Los primeros síntomas surgieron el fin de semana, se vieron claramente en el Senado el martes y terminaron en el Congreso el miércoles: estamos en la antesala de la campaña. Así lo expresó el propio Pedro Sánchez al portavoz de ERC Gabriel Rufián durante una reunión de control con el Gobierno.
En términos generales, esto significa mayores tensiones, más ataques personales y, en general, mucha menos política. Ha pasado de nuevo.
Pedro Sánchez criticó: “Es raro que me acuses de hablar de convivencia, una de las principales crisis que ha acaparado el debate público en Cataluña en los últimos años desde 2017, y me acabes hablando de eso”. Rodalies (Cercanías) ante una pregunta del portavoz de ERC.
En concreto, Rufián se quejó del servicio de trenes. “Te pregunto por lo único que gestionas exclusivamente en Cataluña. ¿Sabes qué es? Deberían saberlo porque crea dificultades para mucha gente en Cataluña: los trenes, Cercanías, rodalíes. Hay mucha gente que están en aprietos y es fatal”, prosiguió el diputado para anunciar que su grupo parlamentario se opondría a la secretaria de Transportes, Raquel Sánchez.
Al criticar la gestión del Gobierno en Cercanías, Rufián cita una serie de hechos sobre la falla del sistema ferroviario. “La gente pasó 350.000 minutos esperando trenes en 2022 y hubo 473 accidentes”, culpó a Sánchez. O, dicho de otro modo, “80.000 personas se quedan varadas en un día porque no pasa ni un solo tren”.