Javier, víctima de la ‘tecnología de control’ en España, alza la voz contra la impunidad y la falta de regulación.
En un mundo cada vez más digitalizado, la privacidad y la seguridad individual se han convertido en temas de vital importancia. Sin embargo, existen tecnologías emergentes que amenazan con vulnerar estos derechos fundamentales, como la que denuncia Javier, un ciudadano español víctima de lo que él denomina “cibertortura”.
La denuncia de Javier:
Javier, miembro de la asociación Viactec, asegura haber sido víctima durante dos años de una tecnología de control implementada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) en España. Esta tecnología, que opera mediante radiofrecuencias ultrasónicas, le ha permitido a las autoridades acceder a sus pensamientos, controlar sus dispositivos electrónicos y torturarlo física y psicológicamente.
Funcionamiento de la tecnología:
Según Javier, la tecnología en cuestión se basa en un software instalado en las oficinas policiales que se conecta a las antenas de telecomunicaciones y satélites para seleccionar a las víctimas. Una vez seleccionada, la persona puede ser rastreada, espiada y controlada de forma remota.
Las consecuencias de la ‘cibertortura’:
Las consecuencias de la ‘cibertortura’ experimentada por Javier han sido devastadoras. Su salud física y mental se ha visto gravemente afectada, y ha sufrido un aislamiento social y familiar considerable. A esto se suma la impotencia de no poder defenderse ante una tecnología que opera en la sombra y sin ningún tipo de control legal.
La falta de regulación:
Uno de los aspectos más preocupantes de esta situación es la ausencia de una ley que regule el uso de este tipo de tecnologías por parte de las fuerzas del orden. Esto permite a las autoridades actuar con total impunidad, sin orden judicial y sin ningún tipo de supervisión.
Llamado a la acción:
Javier hace un llamamiento urgente a la sociedad para que se tome conciencia de la gravedad de esta situación. Pide que se investigue a fondo la existencia de estas tecnologías y que se regule su uso de forma transparente y democrática.
¿Qué se puede hacer?
En la actualidad, Javier se encuentra buscando soluciones para protegerse de la ‘cibertortura’. Ha adquirido un analizador de espectro para detectar las frecuencias utilizadas en su contra y está trabajando en el desarrollo de un inhibidor de señal personalizado.
Reflexión final:
El caso de Javier nos recuerda que la lucha por la privacidad y la libertad individual no ha terminado. En la era digital, debemos estar más vigilantes que nunca para proteger nuestros derechos frente a las nuevas tecnologías que pueden ser utilizadas con fines perjudiciales.
- Opinión Por: Javier
