Un perverso narcisista en mi vida...

Después de separada descubrí que viví bajo el mismo techo con un perverso narcisista por años y, ¿cómo lo supe?

Toda víctima de este tipo de sujetos (hombres o mujeres), se ven envueltos o envueltas en sus encantos, el comienzo de la relación nada tendrá que ver en cómo los meses o años siguientes se irán dando.

El PN, como se le designa dentro de la psicología a las personas que sufren este trastorno de la personalidad, son sujetos que no saben identificar que padecen de este, por lo que se hace casi imposible que busquen ayuda de algún profesional para tratarse.

Y bueno, cómo salí yo de aquella relación después de años. Este fue un proceso que se terminó de manera abrupta, empecé por notar que le temía, dejé de hacer cosas que me agradaban y lo descubrí una vez más siendo infiel. Jamás me habría imaginado que ese hombre al que amé de manera incondicional se había alimentado de mi personalidad logrando encadenarme a través de una dependencia emocional, yo fui su víctima perfecta, llevaba conmigo cierta herida de abandono y temor a la soledad, y todos esto, le sirvió aún más para su propósito.

Ahora, ya años lejos de esta perversa personalidad, he ido recordando actitudes que me llevaron a encasillarlo dentro de este trastorno, acepté conductas que jamás la mujer que era antes de conocerlo las habría tolerado.

Algunas características más fáciles de reconocer de los y las narcisistas:

-Son ególatras.
-Carecen de empatía.
-Manipuladores.
- Poseen el “Don de la Palabra”, “Don de la manipulación emocional”.
-El perfil de sus víctimas son las “buenas personas” con alta empatía.

Salir de una relación con un PN, es casi imposible, porque es complejo reconocerlos, se empieza por justificar, por tratar de comprender y aceptar sus actitudes, pero salir de ella, siempre será menos complejo que intentar ayudarles a cambiar, eso sería como querer derribar un muro de concreto solo con nuestras manos.

¿Qué nos queda por hacer entonces?

Si bien, lograr reconocer que tu pareja es una o un perverso narcisista será difícil, el atreverte a contarle a alguien cercano esas cosas que por mucho que aceptes sabes que no son correctas, es el comienzo, la opinión objetiva de alguien de confianza o de un terapeuta será el inicio a ese “volver a vivir feliz”

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