Máxima recaudación del estado en 2023.
Se proclama como un trofeo en una sala de bingo. Se celebra con aires de triunfó. Recaudación récord en 2023. Déficit astronómico del otro lado. La presión tributaria es diabólica sin que se hagan recortes y esfuerzos mayores para disminuir las deudas. El estado no cumple estos requisitos gastando más de lo que tiene. Creen que aumentando los impuestos van a solucionar el desastre de su gestión. Las consecuencias son desastrosas para los ciudadanos en el presente y el futuro.
Otros lo ven de forma muy distinta con un año de grandes cambios con la administración financiera de sus hogares en todo el país. No hay nada que celebrar. Es un atraco directo, deliberado a la clase media trabajadora. El pulmón del país. Todavía hay ciudadanos dóciles, buena gente sin rollos, son los que se despiertan todas las mañanas para sostener sus vidas y levantan el país. Callados y fieles. Felices…cada vez un poco menos. El sentimiento de un timo continuo sin fondo, sin una luz de calma.
Matraca el poder adquisitivo, ponernos a rodillas es nada menos que darle asco a la política. El comportamiento actual de todos ellos es insoportable. El estado que se proclama inteligente, progresista, nos dicen que están con la gente. Difícil creerlos. Como puede ser uno tan borde. Los otros, ahora transformados en adversarios como si se tratará de una batalla campal. Parecen todos niños jugando en un patio. El problema es que no hay padres para retarlos. La política tóxica.
El consumo, la producción, el sistema necesitan clientes. Elemental.
Los que no tienen nada, mejoran su condición que está muy bien, pero no es un argumento de publicidad si no tienen ningún afecto sobre los impuestos. Será una compra de votos con un coste máximo. En realidad, hay otros frentes sin atención que siguen dañando y mucho el ingreso de los trabajadores, los currantes. Los alquileres o simplemente comprar una casa.
¿Dónde está el bienestar que continúan vendiendo?
¿Leyes que dicen mucho sobre la vivienda y el derecho digno? El gobierno está eliminando a sus mejores clientes de forma voluntaria, es de alguien a quien les faltan unos tornillos. Extrañamente seguimos entregando a los gobiernos nuestra fé de que puedan administrar la nación con profesionalidad.
Cortar el grifo a la clase media trabajadora es un atropello sin deflactar sobre los impuestos en un periodo tan tenso. No se trata de migas, varios centenares de euros más te quitan injustamente. Los calladitos, piensan que no lo vamos a notar.
Una franja muy importante de ingresos medios que solo trabaja como bestias para pagar sus facturas, sus créditos, tener sus cosas con sus magras economías. Se le daban créditos hasta las ojeras. Tenerlos atados para unos buenos años con sus bancos era estratégico. Sus pocos dulces ahora están secuestrados por el estado con la inflación muy sospechada. Es como extraer ilegalmente agua de una presa sabiendo que su nivel es alarmante. ¿Para qué? Hasta las eléctricas lo hacían. Qué ejemplo….
Solo sirve para transferir ese dinero honesto en otras manos menos fiables. La policía llamaría esto un secuestro o un robo a ambos con condenas penales. Los gastos del estado siguen aumentando y necesitan el dinero para seguir sonriendo. No se ve ningún racionamiento, disminución del tamaño del estado. La famosa casta política con su propio universo. Una situación nunca vista antes, duros momentos para la población y muy buenos momentos para la clase dirigente. La vergüenza ya no es un problema.
Tenemos que hacer una reunión para inventarnos un nombre nuevo sobre la democracia.
Las cosas no van a aguantar mucho más. El descontento es real, general. Estás historias de inflación que inflan los precios que, por supuesto no van a bajar más, solo ayuda el banco central, los bancos, el estado, las grandes empresas. Los perdedores son los que trabajan con sueldos medianos. El estado con su arrogancia de no actuar con el ajuste del IRPF con la inflación lo hace todo peor, es mal intencionado y muy dañino para el consumo. Peor aún, crea rabia porque tus esfuerzos no valen para nada.
Tu estado de ánimo por los suelos, la productividad afectada, las facturas de la seguridad social en rojo vivo con la salud mental en auge. Que diablo tienen en la cabeza nuestros financieros del estado.
Los bancos sonriendo con sus dividendos extraordinarios, se puede entender después una mala racha con intereses negativos. Otra cosa es recuperar al instante todo lo que no ganaron en estos tiempos de vacas flacas. Pisando sin vergüenza las pocas fuerzas de sus clientes. No es normal, pero nadie hace nada. Los depósitos no se remuneran bien, otro secuestro de tus economías. Las comisiones siguen aumentando, el servicio al cliente es cada vez más criticado. Cierre de agencias, horarios de atención, cajeros vacíos. etc etc. Nos obligan a pasar por el banco, es un puente obligatorio si quieres vivir. Una barbaridad, los clientes deberían llamarse otra cosa, carne de cañón. Un mundo que se divide en dos. Encima quieren eliminar el efectivo, quebrar el negocio informal, una obligatoria salida para muchos pequeños emprendedores ahogados con cuotas de seguridad social e impuestos, tasas exorbitantes por cualquier retraso de cuotas.
El sector independiente autónomo tratado como mierda cuando representan una gran parte del trabajo que levanta este país, todos ellos con condiciones precarias. Quieren hacer lo mismo con la política, hacer ruido para confundirnos mientras las arcas se llenan.
No hay sequías con el IRPF.
No se entiende que los mismos socialistas empiezan a usar el palo contra sus propios socios. La clase media baja en lugar de mejorar se hunde. Este tema de impuestos es maligno e imbécil. El socialismo quizás prefiere tener muchas ovejas flacas con perros pastor belga “Malinois” para guardar el rebaño.
Poner mordazas en las cuentas de los trabajadores con una carga tributaria exagerada y cálculos de miserables afecta la credibilidad, la seriedad es muy entredicho. Estamos cansados de tantas derivas.
El primero de mayo, día del trabajador se escuchaban muchas palabras de las…que vamos a hacer… de lo que hay que hacer… para Uds., los santitos trabajadores. Un bla, bla, cansador, nada concreto, parecía un disco rayado viejo. Discursos vacíos, sin energía positiva ninguna.
Lo obvio, el presente, lo práctico, acciones realistas y concretas de eso nada. Propuestas sensatas ausentes. Te ponen las manos en tu bolsillo sin pestañear. Los sindicados son como la sala de espera de un médico. Lleno de esperanzas, cotilleos y revistas, no tiene ningún efecto sobre tu salud. Además, el dueño del local es el médico. Hasta la cerveza sube como la espuma ahora.
Te dicen que vas a trabajar menos, vas a aumentar tu tiempo libre. Para qué si tu no puedes pagarte las cuotas del gimnasio. El estado se encargó de quitárselas. El sector de la cultura con los asientos vacíos, tantas consecuencias con la cuenta de resultados. Luchar para más libertades, seguir la senda con más igualdad te dicen, un bonito discurso que carece de fundamentos. Te fichan con discriminación, te escanean con la detección facial, te siguen con tu móvil, espían tus cuentas bancarias. Te echan sin piedad de tu trabajo. Las mujeres siguen las primeras en perder sus empleos, sus sueldos más bajos. No sé realmente dónde vamos con tantas incidencias. Una progresiva enfermedad terminal sin cura. La buena decisión es simplemente apagar el televisor, dejar de escuchar tanta información tóxica.
Hacer lo suyo, construir nuevas soluciones, experimentar un espacio sin contaminación.
No se trata de abandonar, tampoco aislarse. Encontrar activamente pares que tienen la misma convicción de que por el camino presente no vamos a ningún lado.
Toda la política está enferma, estado terminal. Proponer algo diferente, más justo, menos dictatorial, sobre todo menos abusivo. Un liberalismo realista. Dejar de quitar de un lado para llenar el otro. Lo primero es adelgazar las estructuras del estado. Ordenar la recaudación con otros criterios. Mucha grasa que quitar. Queremos atletas al mando. Los gorditos deben hacer cura y desaparecer del mapa político.
Los protegidos, los abusadores, los escondidos, los que exageran no le van a gustar nada, van a actuar sacando la palabra “anti sistema” para justificar el delito, el arrestó, la conspiración, la ley mordaza bienvenida. La nueva democracia en acción.
Pero no importa nada, más vale ser honesto que un aprovechador sin escrúpulos. Si hay que morir es mejor serlo feliz. Lo ideal sería tener la razón y poder echar todos estos inútiles lo más rápidamente posible.
Viva la vida.
