Izadi y Araitz son dos niñas de 7 y 11 años que desde hace años sufren discriminación en su ikastola, sólo por ser veganas. La ikastola es Haurtzaro Ikastola ,Oiartzun , Gipuzkoa.
Cuando se matricularon en dicho centro no eran una familia vegana, por lo que no tuvieron en cuenta la falta de opciones veganas en el comedor escolar.
Cuando Izadi tenía 4 años en la misma ikastola, le explicaron a ella y a sus compañeros de dónde venía la carne, de los animales…. Entonces Izadi manifestó a sus padres que ella no quería vivir haciendo daño a esos animales y les preguntó a ver si había forma de vivir sin dañarlos. Sus padres se informaron y si, era posible vivir sin comer animales, como afirman las más prestigiosas academias de nutrición como son la americana y la canadiense , entre otras muchas. Esta familia se puso en contacto con la parte directiva del centro, que para sorpresa de ellos, ignoraban sus escritos pidiendo un menú vegano, que consistía y consiste únicamente en cambiar la proteína animal por legumbres. Mientras Izadi era forzada en el comedor del colegio a comer animales , no escuchaban sus llantos.
Hasta que al final recibieron una respuesta, a Izadi se le quitaría todo lo de origen animal del plato sin cocinarle nada a parte, pues el personal de cocina no estaba por la labor de cocinarles o abrirles un bote de legumbres. Cabe resaltar que en este centro educativo sí hacen dietas especiales por creencias religiosas a un muy reducido grupo de alumnado.
Y así la tuvieron años, pasando muchos días con un puré y una manzana y a ese acuerdo se sumó su hermana Araitz también. Los padres de las niñas no tenían más remedio que dejarlas en el comedor, al no poderse permitir dejar de trabajar ninguno de los dos, ni se podían permitir contratar a una persona.
En Febrero 2020, tras años silenciados, los padres de Izadi y Araitz pudieron exponer su situación en la reunión de representantes del aula celebrada en la Ikastola. Obteniendo el apoyo del 97% de los allí presentes. A pesar de eso, no fue hasta Enero de 2021 que se les puso en marcha el menú vegano. Hasta entonces la ikastola había estado buscando caterings sin éxito, pues todos piden un número mínimo de alumnos para ofrecer el servicio.
Izadi y Araitz estaban contentas , pues al fin se sentían integradas.
En Febrero 2022 , sin saber por qué , el personal de cocina, quién nunca estuvo de acuerdo en cumplir con lo acordado por las madres y padres representantes del aula, decidió incumplir este acuerdo. La gota que colmó el vaso de la paciencia de sus padres fue cuando por el día de la mujer, las niñas comieron de primero el caldo de las patatas y puerros que habían servido a sus compañeros, y de segundo les habían puesto esos puerros y patatas.
Nutricionalmente, los menús eran incompletos, no tenían proteína vegetal. La madre tras mandar varios escritos al centro y ver que estos seguían protegiendo al personal de cocina, en vez de a las niñas , quisieron hacer público en las redes sociales de su asociación FEUMVE ( familias unidas por un menú vegano escolar ) ,el nombre del colegio que estaba dando un trato discriminatorio a sus hijas.
Como consecuencia de esto, en Abril de 2022 la ikastola notifica a todos los socios que rompen con su acuerdo de menú vegano alegando problemas de infraestructuras. Cualquiera que se pase por la cocina de dicha Ikastola verá que está perfectamente adaptada y preparada para cocinar legumbres, o en su defecto abrir un bote de estas ya cocidas.
Izadi y Araitz ya no podrán ir al comedor de la ikastola, tampoco podrán ir a baile después de comer con sus amigas , su madre tampoco podrá trabajar, pues dicho centro también pisotea sus derechos a conciliar vida laboral y familiar. Y además esta familia tendrá que asumir el coste económico y de tiempo de hacerse 6.2 km al día de más, por un personal lleno de prejuicios. Y por un centro educativo incapaz de resolver un problema tan sencillo e inclusivo como es poner unas legumbres a unas niñas que no quieren comer animales.
Y además, el 12 de Abril , la madre recibe una carta certificada por parte del consejo rector de la ikastola donde le informan que le abren un expediente sancionador, en el cual le informan que le pueden quitar uno o varios derechos sociales como socia de la cooperativa, entre esos derechos entra el derecho a la educación.
O también barajan su expulsión. La madre tiene abierta una recaudación de fondos en las redes sociales de la asociación @feumve y su web www.feumve.com para poder denunciar esta situación . La retirada del menú vegano vulnera el derecho de las menores, es contrario a la inclusión de todas las personas y niega la conciliación de la vida laboral y personal de su madre.
Desde el centro no han querido dar la cara frente a Diario Alicante ante las acusaciones y tan siquiera responder a toda la gente que ha escrito en las redes sociales del centro. Resulta llamativa la arrogancia hacía dos niñas por no querer dañar a los animales en ninguna de sus formas y realizar las acciones correctas para salvar el planeta mientras cuidan su salud.
Aprovechar el artículo para explicar que el veganismo es facilísimo y no hay que privarse de nada puesto que todo se encuentra con el mismo sabor y textura en vegetal, pero en este caso simplemente piden unas legumbres y desde el centro educativo vemos únicamente silencios, presiones y misterios. La asociación se fundó, ya que por desgracia no es un caso aislado ni mucho menos y muchas familias a nivel nacional pasan por lo mismo haciendo un problema de la nada desde los centros que supuestamente deberían inculcarles valores de empatía.
