La Cámara de Comercio de Alicante estima un leve crecimiento anual a pesar de los conflictos en Ucrania, la franja de Gaza y el Mar Rojo. En medio de la creciente crisis en el Mar Rojo, las empresas de la provincia de Alicante enfrentan desafíos significativos que impactan directamente en su operatividad y estrategias comerciales. La interrupción del comercio marítimo en esta crucial vía acuática ha generado ondas de choque en la economía global, y las empresas alicantinas no son ajenas a sus consecuencias.
Impacto en el comercio marítimo mundial
El Mar Rojo, una de las rutas de navegación más importantes del mundo, se ha convertido en un foco de conflictos y tensiones en los últimos años. La mayoría de las empresas navieras más grandes del mundo están evitando navegar por el Mar Rojo, y por lo tanto, por el canal de Suez. Los barcos que realizan el trayecto de Oriente a Europa están optando por dar un rodeo a todo el continente africano a través del Cabo de Buena Esperanza. Un viaje que alarga su duración en torno a la semana y añade cerca de 3.500 millas náuticas.
Este desvío tiene un impacto económico significativo en el costo del envío de contenedores. Los precios han aumentado de manera drástica, pasando de costar unos 1400 euros antes del conflicto a los 4.200€ actuales. Esta situación está afectando a las empresas de Alicante que dependen del transporte marítimo para sus operaciones comerciales. Carlos Baño, presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, ha afirmado que algunas empresas alicantinas “van a notar la falta de materias primas y su encarecimiento”. El aumento de los costos de transporte y la dificultad para acceder a las materias primas están poniendo en aprietos a las empresas locales.
Reacciones ante la crisis
Ante esta crisis, la Cámara de Comercio de Alicante está tomando medidas para apoyar a las empresas locales. Una de las iniciativas más destacadas es la apertura de nuevas instalaciones en el complejo Panoramis. Estas instalaciones de vanguardia ofrecerán un espacio moderno y funcional para eventos, reuniones y actividades formativas. La apertura de las nuevas instalaciones refleja la visión de la Cámara de Comercio de Alicante de ser un catalizador para el crecimiento empresarial y el desarrollo económico sostenible en la región.
Uno de los principales objetivos que se marca la institución es mejorar la formación profesional. “Vamos a realizar una formación más enfocada al mundo administrativo, empresarial y digital” afirma Baño. La formación será impartida por un grupo líder en el sector, y permitirá a los participantes realizar prácticas con las empresas vinculadas a la propia Cámara. Además, se destacará la importancia del inglés en el mundo empresarial actual. Carlos Baño señala que “el inglés es imprescindible y la persona que no tenga conocimiento del idioma es casi un analfabeto, porque muchas empresas necesitan el inglés como medio vehicular para poder atender a sus propios clientes”.
Posición ante la relocalización de empresas
Carlos Baño, presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, también ha aprovechado la oportunidad para expresar su posición ante la propuesta de relocalización de empresas en la Comunidad Valenciana anunciada hace unos días por el presidente de la Generalitat Carlos Mazón. Baño calificó esta propuesta como “vergonzosa” y “anticonstitucional”. Según él, el intervencionismo político en el mundo empresarial no se puede consentir, y las empresas deben tener la libertad de decidir dónde establecer su sede.
En resumen, la crisis en el Mar Rojo está teniendo un impacto significativo en las empresas de la provincia de Alicante, especialmente en aquellas que dependen del comercio marítimo. El aumento de los costos de transporte y la escasez de materias primas son desafíos que están afectando a la economía local. Sin embargo, la Cámara de Comercio de Alicante está tomando medidas para apoyar a las empresas locales, incluyendo la apertura de nuevas instalaciones y la mejora de la formación profesional. La posición de la institución es clara: las empresas deben tener la libertad de decidir dónde establecer su sede sin intervencionismo político.
