Hola Pedro:
Permíteme la licencia de tutearte. No es más que el tratamiento natural que me surge tras sentir un ‘acercamiento casi místico’ hacia tu persona, propiciado por la humanidad que transmites a los lectores en tu primera carta a la población, con fecha del 24 de abril. El intento de analizar su contenido desde un prisma político, económico o periodístico no tendría sentido, ya que mi capacidad intelectual no alcanza para tanto, y si así fuera, sería ahondar en temas tratados por expertos y en una medida que ya excede para mí lo soportable. No obstante, no puedo dejar pasar la oportunidad de expresar mi opinión en respuesta a tu carta y a la decisión que has tomado hoy, 29 de abril de 2024, de continuar con la labor de presidir este país. Me expreso como ciudadano y como ex votante socialista que soy. He contemplado con atención tu puesta en escena hoy en la puerta de la Moncloa, el segundo acto después de la carta, con la convicción y certeza de que no nos ibas a abandonar a nuestra suerte, lo cual, efectivamente, no ha sucedido.
He de reconocer que ya no hace falta tirar de hemeroteca para recordar tu historial. Se puede llegar a la conclusión de que no aportas nada nuevo con estos entramados teatrales, con este burlesco monólogo en dos actos, pero hay que reconocerlos como capítulos creativos a pesar de su aparente sencillez, que además han dado fruto una vez implantados en el caldo de cultivo apropiado. En la primera misiva, la ‘primera carta a los vasallos’ del día 24, apuntabas directamente a la “línea de flotación emocional del lector”. Se nota tu dominio de las herramientas para zurdos ideológicos, el uso del lenguaje populista para idiotas y el chantaje emocional. En este caso específico, la introducción de un exaltamiento desmedido del amor por la pareja llega a ser cursi, pegajoso y hasta lacrimógeno, poco creíble en definitiva. Nada nuevo, Pedro. Tanto el contenido de tu carta a los ciudadanos como tu discurso de aceptación de continuar en el gobierno, por no decir la totalidad de tu verborrea y acción, están colmados de palabras vacías y actos perniciosos, como en tantas otras ocasiones.
Durante el período de reflexión que te has regalado, ya se han ocupado los palmeros y apóstoles, con la connivencia necesaria y eficaz de los medios de comunicación comprados, de generar el ambiente adecuado para la resurrección. Ellos han velado por sembrar día y noche las fructíferas semillas ideológicas que han eclosionado en tantos países con éxito, aunque con resultados más que cuestionables. La respuesta a la vuelta del mesías ha sido un clamor popular (bueno, no en el sentido literal) al unísono; voces discrepantes en otras ocasiones ahora se unen y aúllan en defensa de la democracia, o en su defecto, en beneficio de quienes se lucran de alguna forma por la continuidad de tu gobierno, las personas implicadas o los partidos políticos e intereses que te rondan en procesos que están a la vuelta de la esquina, como son las elecciones en Cataluña. Hasta el mismo Rufián ha hecho palmas con las orejas ante el hecho de que “los fachas” no hayan hecho realidad el sueño húmedo de perderte de vista. Supongo que el prófugo Puigdemont también dormirá a pierna suelta como quien se siente protegido todavía por el ángel de la guarda. Incluso una presentadora de la primera cadena de TVE proclamaba con alegría manifiesta que se han oído gritos de júbilo en el interior del Palacio de la Moncloa cuando has dado la buena nueva… bueno, dejémoslo en “noticia”.
Alberto Núñez Feijóo pidió disculpas en su discurso, tras tu “resurrección”, con posible “vergüenza ajena”, en nombre de la política, ante lo que dijo que suponía tu visión y lo ridícula que se le semblaba. El mensaje del gallego, brillante en cuanto a contenido, ha sido un ejercicio descriptivo y bastante acertado de tu personalidad y de la coherente actividad perniciosa que desarrollas gracias a ella. Una pena de discurso, fiel reflejo de la realidad, pero nulo a la hora de ilusionar sobre la aplicación práctica en la lucha por combatir a un socialismo más decadente que nunca, seguido por una oposición más inexistente que nunca, acompañados ambos de sindicatos vendidos (cuyos líderes también han mostrado su fraternal alegría ante tu regreso con las tablas de la verdad) y populacho en estado cataleptico.
Todos los estamentos y los personajes que te son afines se afanan hoy, día de la resurrección, en declarar que lo que hace falta ahora es tomar medidas urgentemente, según tu propia declaración de que todo esto debe ser un “punto y aparte”.
Me llama poderosamente la atención que aquello en lo que has basado tus inesperadas comunicaciones y ausencia en persona de la comedia política sea la de reflexionar sobre tus prioridades personales, tu entorno familiar, la defensa de tu esposa, su honor y el tuyo. Supuestamente, gracias a tu amor desmedido por ella, te has tomado la libertad de dejar de lado al pueblo español durante esas jornadas de reflexión, con la prepotencia y seguridad en ti mismo que te caracteriza; con la convicción de que puedes disponer de todo y todos, usarnos como alimento de un narcisismo manifiesto e insaciable. Puede parecer feo, Pedro, que dejes ‘de lado’ los sufrimientos y los problemas de los demás… a pesar de que sabemos que tus cientos de asesores han velado por nuestros intereses.
El Consejo General del Poder Judicial se manifiesta hoy declarando que todo el proceso que nos ha traído a esta situación es completamente normal y democrático, a pesar de que la persona envuelta sea la esposa del Presidente, Begoña Gómez, y con mayor razón por ello mismo.
Como te decía al principio, tengo razones para tutearte, entre otras que ‘he sido compañero socialista’, de los de carnet. En aquellos años lejanos me sentía orgulloso, como seguramente lo están algunos de los que aún perciben al socialismo y a tu persona como garantes de una democracia que, permíteme expresarte, considero en estado de franca descomposición bajo tu mandato. Mi cambio de opinión se ha estado gestando durante los últimos años y se ha visto reforzado de pronto por los acontecimientos que has protagonizado en los últimos días. No entiendo cómo el simple hecho de una acusación contra tu mujer, Begoña Gómez, puede generar una actuación de tu parte completamente desproporcionada y kafkiana, con la cual considero has puesto en tela de juicio hasta tu propio estado mental. Tal alarde por tu parte, con el consiguiente ridículo a nivel nacional e incluso allende nuestras fronteras, solo se puede justificar si tenemos en cuenta la posibilidad de que todo esto sea una cortina de humo, ideada para ensombrecer tantos otros asuntos que parecen dirigidos al cajón de los olvidos: el caso Koldo, el escándalo de Air Europa, las maletas de Delcy, los mismos chanchullos de tu mujer, la reapertura por parte de la Audiencia Nacional del llamado caso Pegasus, etc. Me imagino que todo lo expuesto habrá sido motivo de peso para tomar la decisión de no abandonar el barco, como reflexionaba recientemente tu eterna enemiga y también ‘vilipendiada familiarmente’ hasta la saciedad por tu partido y socios de cochambre, la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso: ‘¿Dónde va a estar mejor?’ preguntaba.
Los detractores, como es lógico, hablarán de la burla en la que has envuelto a todo el país, primero con la carta que te ha encumbrado a nivel internacional como nuevo garante de la obra de Valle-Inclán, siendo una muestra renovada del nuevo esperpento nacional, del cual el escritor era maestro y tú, ahora, su alumno aventajado. Has conseguido con ello relevancia a nivel mundial; nos has puesto de nuevo en los medios de comunicación de todo el mundo. Considero personalmente que las reacciones en Europa han sido las lógicas; aún deben estar riéndose de tu ocurrencia y del contenido de la primera carta, pero ya empiezan a conocerte. Por otra parte, deben sentirse aliviados al ver cómo el adalid número uno de la agenda 2030 sigue al frente de un país que, gracias a ti, absorbe lo peor de la decadencia europea. Los europeos siempre han sido laxos contigo y tus políticas, siendo conocedores de que tu actitud y desprecio a España y los españoles alegra a las políticas de otros países conformantes de esta maravilla que es la Unión Europea.
Pedro… Todo ha sido tan intenso estos días… La sensación de cercanía que has conseguido transmitir al pueblo a través de tu supuesta sensibilidad; tu alegato, agradeciendo el apoyo popular para seguir, aun contrastando con la pírrica movilización conseguida, no ha sido la esperada, supongo, pero no importa. El inconveniente ha sido compensado por el apoyo del ‘mundo del Arte’, encabezado por el incombustible Almodóvar, quien ha reconocido públicamente que no ha podido reprimir el llanto ante tu humanidad, la que ha infestado cada célula de su ser, ante la sinceridad de un discurso lleno de épica y trascendente mensaje.
“La mística personal” parece tener notable trascendencia en lo que has vivido, en tu experiencia, en como relatas la visión que te ha sido concedida sobre la “multiplicacion de los Jueces y los Youtubers”. Me imagino el shock incluso has obviado el respeto al pueblo que tu cargo presupone, con la simple medida de ‘retirarse’ para meditar un asunto personal, aunque ahora tú y tus voceros os empeñéis en vestirlo como “asunto de Estado”. Gracias a toda esta peripecia teatral, ha surgido otro motivo de esperanza para nostálgicos: la simple posibilidad de que, ante tu fantasmagórica dimisión, pudiera coger el mando de las huestes otro nefasto personaje, José Luis Zapatero. Él es experto en negociar con el diablo y te ha mostrado su apoyo más consistente. Posiblemente esté inquieto ante la posibilidad de perder las múltiples prebendas de las que debe disponer en tu compañía, visto el empeño que ha mostrado en mantenerla, contra viento y marea, e incluso en lucha con el señor X y Alfonso Guerra, viejos dinosaurios, que al parecer se han hecho conscientes, por iluminación divina, de tu posible enajenación. Espero que sea transitoria.
El aviso a navegantes, que se percibe en el mensaje de reingreso a tus funciones, donde anuncias que habrá un punto de inflexión, parece confirmar el más negro augurio que sobrevolaba en algunos “mentideros fachoparlantes” y se preveía como posible, que utilizaras todo este montaje para incitar una reforma en contra del derecho de expresion y en contra de los Jueces que osen contravenir tus intereses personales. Siguiendo la lógica más aplastante no se puede esperar que quien ha encerrado ilegalmente a un país durante meses tenga reparos a la hora de amedrentar al sistema judicial o a los medios que puedan poner en entredicho su ética personal o de sus allegados, por no hablar de cuando nos referimos a temas presuntamente delictivos.
Cualquier ciudadano de a pie podría preguntarse por qué, en vez de tomarte todo este esfuerzo escénico, no te acoges al simple derecho que tiene cualquier ciudadano de este país: poner una querella por injurias o calumnias. Tu propia forma de actuar no hace más que generar sospechas acerca de las intenciones espurias que puedan estar detrás de ese comportamiento. Cualquiera podría pensar en un intento de ‘Golpismo gubernamental’ tras la supuesta persecución de lo que vosotros llamáis ‘Golpismo judicial y mediático’ por parte de los demás. Todo esto me hace sospechar que pronto tendremos dos decretazos en la puerta de salida, que bien podrían ser llamadas ‘ley de asalto al poder judicial’ y ‘ley antibulos’. Estas dos medidas serían imprescindibles y aceleradoras para la instauración definitiva del régimen que persigues, y a la vista de lo acontecido, parece que estás en camino de conseguirlo.
Bueno, Pedro, me despido felicitándote. Hay que reconocer que tienes una capacidad que sería digna de admiración si no fuera porque tus dotes de trilero se desarrollan entre una población inmersa en la apatía, el interés o, directamente, inmersa en la indiferencia más galopante.
Tu burda estrategia ha dado aparentemente buen resultado, te ha resultado bien hacer el papel del adolescente que amenaza con “me llevo la pelota y aqui no juega nadie”, todos se han aprestado a mostrarte el apoyo que ellos mismos necesitan de tu parte para seguir avanzando en sus intereses, aunque sean en perjuicio de la mayoría de españoles. Ya debes saber aquello de: ‘Se puede engañar a alguien durante todo el tiempo, se puede engañar a algunas personas algún tiempo, pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo.’
Tu lucha continúa, Pedro, y la nuestra también. Estamos alentados por tu impulso e ímpetu al tratarnos como idiotas, como moneda de cambio ante tus intereses personales y ante tu desprecio a la democracia que dices defender. También estamos alerta ante el riesgo de que, como piden tus palmeros al unísono, empieces a tomar medidas contra nosotros.
Es cuestión de defensa personal.
PD. Pedro, acabo de ver tu primera intervención en la cadena publica TVE, en la entrevista que les has concedido, en el telediario de la noche. Como era de esperar has hecho hincapíe en el hecho de que es urgente “arreglar el tema” de los youtubers y periodistas que hacen correr los bulos”, seguro que ya estas maquinando como controlar a quienes puedan molestarte a ti y a tus turbios asuntos….¿Y de quíen depende la Fiscalía, eh, de quíen depende?..pues eso.
Juan Normal
