Siempre he pensado que la ley del “pagar justos por pecadores” era la más injusta del mercado. El Club Atlético Osasuna acabó en séptima posición en la pasada Liga 2021/22. Eso le otorgaba plaza para disputar competición europea. En concreto la Conference League. Ahí empezaron sus razonables luchas para que, lo que habían ganado en los terrenos de juego, no se lo impidieran en los despachos. Todo provocado porque la UEFA le quitaba esa plaza por no ajustarse a las normas que permiten a los equipos de todas las ligas europeas competir en sus torneos.
La que le afectaba directamente era la de que, los equipos que participen en campeonatos organizados por el organismo que representa al fútbol en el viejo continente, no tienen que tener abiertos pleitos ni sospechas de ellos de adulteraciones en el resultado de los partidos. Es decir, que no recaiga sobre ellos la duda de sobornos o actuaciones antideportivas. Y el Osasuna las tuvo y fue condenado y sancionado por los amaños de la anterior junta directiva en la temporada 2012/13 en un partido contra el Real Betis. La directiva rojilla y algún jugador verdiblanco fueron sentenciados a penas de cárcel.
Pero es que, en ese desaguisado, el club también fue perjudicado ya que parte de las penas impuestas también fueron por apropiación indebida al desviar fondos del equipo a cuentas particulares. Con lo cual, yo saco mi conclusión. Los culpables no fueron ni el equipo, ni la afición, que es una de las mejores de nuestro fútbol nacional.
La directiva actual, presidida por Don Luis Sabalza ha sido, desde que se hizo cargo del equipo, de un ejemplo de dignidad. Yo no lo conozco a él en persona, pero aprecio a algún miembro de su familia y creo que es justo que el equipo no pague los males de otras personas. Si hay justicia que se aplique, pero no contra los que la defienden. Y la directiva actual no tiene ningún atisbo de duda de una gestión ejemplar.
La UEFA, a través la demanda impuesta en el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo), decide, al final; permitir la participación del equipo navarro en la citada competición. Es sí, le someterá a un expediente disciplinario que derivará en una sanción económica por acudir a tribunales, saltándose otra de las innumerables normas de autoprotección del organismo europeo del fútbol para seguir preservando su monopolista imperialismo deportivo.
