Se acerca el primer cambio horario de 2023, y el próximo domingo 26 de marzo los europeos perderán una hora de sueño: deberán adelantar una hora sus relojes para entrar en el horario de verano.
Las 02:00 se convierten en las 03:00 del último día del siguiente fin de semana. En Canarias, los relojes se adelantarán a la 01:00 para evitar el horario de invierno, que comenzará el 30 de octubre de 2022.
Estos cambios de horario tienen una larga tradición en los países de la UE, pero no están exentos de controversia. Expertos como la Asociación Española del Sueño han advertido reiteradamente sobre los efectos adversos de mover las manos hacia adelante y/o hacia atrás.
¿Cómo afecta el cambio de hora al horario de verano?
Un cambio en el tiempo, incluso de una hora, puede alterar la exposición a la luz solar y desequilibrar el reloj interno, lo que puede demorar días en reajustarse. No es raro que en los primeros días después del cambio algunas personas reporten irritabilidad, dificultad para concentrarse, bajo rendimiento laboral e insomnio.
Asimismo, según la Sociedad Española del Sueño (SES), los cambios en el tiempo “ralentizan el reloj interno, creando un desequilibrio” que se traduce en “deficiencia, confusión y mala calidad del sueño”, favoreciendo el cáncer, el alzhéimer y la aparición de enfermedades como el enfermedad de alzhéimer Presión arterial alta, junto con “obesidad, diabetes, ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, depresión y ansiedad”.
Sin embargo, hay una línea de tiempo que tiene un mayor impacto en los humanos. SES explica que el verano es el más perjudicial, ya que el invierno facilita dormir más y despertarse naturalmente al amanecer. “Si hubiera un verano perpetuo, habría falta de luz por las mañanas durante los meses de invierno y demasiada luz por las tardes durante los meses de verano” lo que podría derivar en un bajo rendimiento y susceptibilidad a ciertas enfermedades.
Por todo ello, el SES recomienda que, en España, lo mejor para la salud es tener un horario estable, sin cambios a lo largo del año, y mantener el horario de invierno a perpetuidad.
