Ayer domingo por la mañana nos concentramos frente al oceanográfico de Valencia con carteles denunciando la situación de los animales secuestrados y encerrados para el lucro de unos cuantos. También se habló de las aves que tienen encerradas dando vueltas constantes y la explotación animal de por ejemplo, delfines.
LOS ZOOS, ACUARIOS Y CIRCOS SON CÁRCELES
Pagar para ver animales encerrados es completamente anacrónico e injusto. Además, se hizo hincapié en la hipocresía de que el oceanográfico dice proteger a los animales marinos, pero, sin embargo, prácticamente todo el menú de su restaurante es de animales marinos.
Desde Valencia animal save se hizo la convocatoria acudiendo después a un pícnic vegano en la naturaleza y ya por la tarde, mostrar la realidad del consumo animal en pleno centro de Valencia mediante vídeos y carteles, mientras otras personas informan desde fuera a la gente que para.
LAS TORTUGAS DEL OCEANOGRÁFICO
La activista y bióloga, Rosa más hizo hincapié en que la crueldad del oceanográfico se subvenciona con dinero público de tod@s y ha realizado declaraciones contundentes para este artículo:
“El Oceanogràfic ha puesto en marcha una presunta campaña para rescatar y liberar tortugas. Sin embargo, en lugar de trasladarlas al Centro de Recuperación del Saler, una institución pública que las cuida y libera, cuando es posible en una playa arenosa, su hábitat natural, lo que pretende es llevarlas a la playa de la Renegà, en Oropesa del Mar (Castellón), una zona rocosa donde nunca han desovado con la delirante justificación de que allí se va a construir un espacio donde serán atendidas antes de soltarlas. Liberar tortugas en ese entorno, hostil para ellas, supone una condena a muerte para los animales. La realidad detrás de semejante despropósito es la construcción de un presunto refugio para tortugas que oculta, en realidad, un nuevo pelotazo urbanístico que acabará edificando un complejo turístico arrasando el litoral castellonense, ya enormemente castigado por el asfalto. Donde hay negocio, no puede haber Derechos Animales.”
Por otra parte, se leyó el testimonio de un extrabajador del oceanográfico que no pudo aguantar mucho por la crueldad y falta de transparencia del lugar.
NO CUMPLIERON LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD DURANTE LA PANDEMIA
Durante la pandemia, sufrimos unas medidas muy estrictas, pero, sin embargo, en la puerta del oceanográfico nadie ha comprobado el cumplimiento de la distancia de seguridad y mascarilla. La gente estaba aglomerada y parece ser que solo algunos teníamos que cumplir las normas. Denuncié estos hechos en una llamada a la policía autonómica que se personó allí y con la que me entrevisté, quedando la Generalitat Valenciana en llamarme para informar de las medidas tomadas al respecto y poder publicarlas en este medio. Esa llamada nunca se produjo a pesar de insistir.
CONSEGUIMOS CONCIENCIAR A LA GENTE
La mañana de ayer a las puertas del oceanográfico, hubo gente capaz de reflexionar y empatizar no pagando para ver animales encerrados y explotados. Por eso, este tipo de activismo es muy importante por las víctimas que cada día hacen de payaso ahí dentro o están alejadas de su hábitat tras unos cristales para divertir al público y especialmente, niñ@s.
LA INFANCIA ES TOTALMENTE MANIPULADA.
Los más pequeños van al oceanográfico precisamente por su empatía con los animales y porque les gusta verlos pero sin embargo, no tienen ni idea de la realidad que se esconde detrás de esa pared de cristal por lo que es vergonzoso que ni los centros educativos ni algunos progenitores, sean capaces de educar en valores a los más pequeños y contarles la única realidad de estos sitios o del consumo animal. De hacerlo, son los primeros que no querrían financiar todo esto.
¡NO PAGUES PARA QUE SECUESTREN ANIMALES, POR LA CAUTIVIDAD Y LA EXPLOTACIÓN ANIMAL.
