Hoy todo el mundo habla del pacto PP- Vox para gobernar en la Comunidad Valenciana. Algunos se rasgan las vestiduras, porque –según dicen- Vox es un partido que no reconoce la violencia sobre la mujer. Este es el mantra que llevan diciendo sobre el partido de Abascal.
Hay que ser muy tonto para creer que VOX no reconoce la violencia sobre las mujeres. Añaden además, que VOX tampoco reconoce el cambio climático. Otro mantra que repiten sin cesar para dejar a éste partido y a sus votantes, como locos descerebrados.
Por más que repitan y repitan lo de que VOX no reconoce la violencia sobre la mujer, la gente medianamente inteligente no tragará con esta rueda de molino, pero como todo el mundo no es inteligente, ni conoce bien la ley de violencia de género, asocian no estar de acuerdo con ella a negar la violencia contra las mujeres y la jugada les sale redonda.
Una cosa es la violencia contra las mujeres, que no se puede negar que existe y que hay que cortar, y otra muy diferente estar de acuerdo con la Ley de violencia de género, que no protege ni a niños ni a ancianos ni a hombres. Es una ley inconstitucional que discrimina al varón al darle toda la credibilidad a la palabra de una mujer. Es una ley que fomenta las denuncias falsas al no tener que demostrar nada, y es una ley que no protege a los niños de la violencia que ejercen sobre ellos algunas madres. Solo hay que leerla, para darse cuenta de lo injusta que es esta ley.
Vox lo que pide es volver a la ley de Violencia familiar que impulsó Aznar tras el asesinato de Ana Orantes a manos de su ex marido y que protegía tanto a mujeres como a niños a los hombres o a los ancianos, y derogar la famosa Ley de Violencia de género impulsada por Zapatero y que anima a las mujeres a poner denuncias para poder cobrar una paga sin tener que demostrar si has sido maltratada.
Esta ley está demostrado que solo sirve para que se colapsen los juzgados y se desprotejan a las verdaderas maltratadas al no poder atender a tantas denuncias. A las pruebas me remito con los resultados.
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Y es que el listo de ZP vio un negocio en la ley de violencia de género, ya que al hacerse solo para proteger a mujeres, la Comunidad Europea les daba suculentas subvenciones por cada denuncia, sin atender a si había condena o no.
Por otro lado, el segundo mantra, el del cambio climático es alucinante.
Este año se ha quemado media España con incendios provocados. Pero nos lo venden en las televisiones como resultado del cambio climático. Por otro lado se están destruyendo pantanos, lo que provoca escasez de agua. Pero la culpa de que no haya agua siguen diciendo que es del cambio climático.
Y hasta en los libros de textos ya cuentan que la ganadería extensiva provoca el cambio climático, porque las cacas de las vacas contaminan el medio ambiente. Pero del Falcon del presidente no se habla.
Un solo viaje del Falcon presidencial contamina más que 550 coches diésel haciendo ese mismo trayecto. En cambio Pedro Sánchez no deja de enviar mensajes ecologistas en sus redes sociales sobre lo que contaminamos los ciudadanos de a pie si ponemos el aire acondicionado en verano por debajo de 27 grados o si no ponemos la lavadora a la hora que él nos diga. Se le olvida el señorón que el uso del Falcon 900B provoca una contaminación importante por las grandes emisiones de CO2 que expulsan sus tres motores.
Según un artículo del periodista Pelayo Barro para OK Diario, esta huella medioambiental ha sido calculada por el profesor de ingeniería industrial de la Universidad de Salamanca Juan Ramón Muñoz Rico, que mediante diversas fórmulas matemáticas ha obtenido la cantidad aproximada de CO2 que se emite a la atmósfera en un viaje en Falcon, como fue por ejemplo el desplazamiento del presidente a Castellón para ver un concierto.
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El profesor Muñoz Rico ha calculado mediante diversas ecuaciones la reacción química “de la combustión completa y estequiométrica” para hallar cuál ha sido la cantidad de CO2 producido durante ese viaje.
El resultado total es de 57.815 kilogramos de CO2, que asciende a 115.630 kilos si se tienen en cuenta que el Falcon dejó a Sánchez en Castellón, volvió a Madrid de noche y retornó a la Comunidad Valenciana al día siguiente para recogerle y devolverle a Madrid. Es decir, cuatro trayectos de unos 400 kilómetros cada uno. Tres horas de vuelo aproximadamente.
La huella ecológica del viaje de Sánchez para ver a ‘The Killers’ es catorce veces superior al que haya realizado otra persona tomando un vuelo comercial de ida y vuelta entre Madrid y Castellón. En un solo viaje, Sánchez emitió más CO2 que el que generan 19 españoles en todo el año con sus coches y calefacciones (unas 6 toneladas aproximadamente cada uno).
En la imagen se recoge los 90 vuelos que hizo Sánchez desde enero de 2020 hasta mayo de 2021, aproximadamente un vuelo cada cinco días, con lo que eso contamina, y al que hay que añadir lo que nos cuesta, ya que 1 hora de vuelo tiene un coste de 5000 euros.
Pero somos nosotros a los que – según el gobierno- hay que educar y enseñar cómo no contaminar para ser cada día más buenos.
Por cierto, se cuestiona si debe o no tener un cargo político alguien condenado por un delito de maltrato sicológico hace 20 años, cuyo delito ha prescrito. Pregunto a los políticos que ahora se rasgan las vestiduras con el tema de los insultos del señor Carlos Flores a su mujer en pleno proceso de divorcio (por el que fue condenado no por violencia de género, que esa ley no existía, sino por violencia psíquica) que qué pasa con los condenados por asesinatos que van en las listas de Bildu y que van a formar parte de los ayuntamientos.
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Nada comparable con una riña en pleno divorcio, cuando posiblemente uno puede perder los papeles si te impide el otro cónyuge ver a tus hijos, o te pone unas condiciones leoninas para divorciarte sometiéndote a continuo machaque, que somos muy rápidos para juzgar y hablamos sin conocer qué pudo pasar en ese divorcio de hace ya 20 años.
