Todo nos indica que, con un primer epicentro en Lima -Perú-, un bastante y previsible retorno de gobiernos castrenses, sean sucedáneos de estas carnavalescas democracias que, pululan en ese subcontinente olvidado por la mano del Todopoderoso.
Y, en el que, predomina un rastrero y apolillado Populismo que, deja siempre tras de sí, miserias, ignorancia y sobornos, junto a todos los matices de lo anómalo, despreciable.
Bueno, sea por el devenir de los acontecimientos internacionales por todos conocidos y que, de una u otra manera, contaminan el pandémico escenario de una mega crisis financiera en ciernes.
O, quizás en virtud al envilecimiento in extremis de todo lo relacionado a una clase politica tan parasitaria que, ha dejado tiempo atrás de distinguir entre capaces e incapaces, probos y réprobos, decentes y coimeros.
Toda vez que la contemporánea dominancia reposa entre los más imbéciles que, fueron precedidos por otros de sus equivalencias.
Pero, con la sensible fisonomía que, esa oligofrenia progresiva, se ha desarrollado y, multiplicado, conforme vienen -sin un ápice de hesitación-, transcurriendo, al menos, desde los últimos cuarenta años y, tal vez más aún.
A poco que, sin reparar en que parte de un planisferio depositemos nuestros dedos índices, elijamos al azar, cualquier punto del planeta.
Hasta hace unos meses vista, aquí, Trump lideraba los encabezados de
apoderamientos ilegales -robos- de
papers clasificados y
top secret.
Pero, desde la pasada semana, también Biden, responde a esa misma descripción, cuando adláteres del primero -que dejó enquistados en el FBI-, se metieron clandestinamente en el garaje de su casa, para apoderarse de la misma basura.
Lo que sucede Amigos, es bastante simple y, es que, el envilecimiento ha ganado los corazones de todos los dirigentes a nivel global.
Muy en el bizarro y desteñido pasado, quedaron grandes hombres que antes de tomar un centavo de lo ajeno se hubiesen suicidado.
Calvin Coolidge, luego de su mandato, cayó en la cuenta que, no tenía su propia casa y, merced a ello, se vio en el imperativo de arrendar una modestísima y vivió en la puñetera miseria hasta su muerte.
Neville Chamberlain, cuando descendió del avión que lo traía desde Munich, luego de haber pactado con Hitler en 1938, ante la insistencia de los periodistas que lo aguardaban en el viejo aeropuerto de Heathrow, extrajo lo suscripto con el Canciller alemán, de un pequeño portafolios que habia sido remendado por su conyuge.
El propio Führer mitigo la pobreza de solemnidad mensualmente a Paula -su única hermana por doble vínculo-, mediante un monto fijo de quinientos marcos –equivalentes al salario minimo de un jornalero-, desde 1933 hasta 1945.
Y después de ello, la pobre anciana, tuvo que arreglárselas hasta su deceso, subsistiendo del asistencialismo estatal austriaco, habitando una lúgubre habitacion en una pensión de mala muerte en Berchtesgaden.
La hija de Stalin -Svetlana-, a la muerte de su padre, se encontró con la sorpresa que solo había recibido en heredad, un diminuto apartamento de dos ambientes, frente a la Plaza Roja.
Estos ejemplos, Estimados, cada tanto los cito, para que tengan en cuenta el derrumbe al insondable abismo más profundo de los valores individuales morales.
Que antes, gobernaban a los hombres más poderosos que, fueron reemplazados no solamente por otros que, se pasaron por el trasero esos principios.
Sino que, además, inauguraron y al unísono el precepto de la riqueza como una sinonimia de ese Poder.
Sin ir más lejos, a la actual Colombia, la gobierna un Narcoterrorista en funciones, a quien en sus días de esplendor como Comandante de las FARC, sus subordinados lo apostrofaron con el mote de Caquitas, porque mucho degustaba en “defecar” sobre el pecho los rehenes de la guerrilla.
Maduro que, es nativo de Colombia, carece de documento de identidad, pero nadie, ni siquiera sus némesis y opositores más acérrimos -que lo son, apenas para repartirse las remesas que desde este DC les envían con escrupulosa puntualidad-, lo mencionan.
Porque todos, sin excepción son un hato de despreciables que, ningún interés alimentan, más que, las falsarias declamaciones de justicia.
La Primera Ministra de Italia, no hubiese podido acceder al cargo sin el apoyo de un crápula mayúsculo de la talla del Alberto Sordi del siglo XXI –il Cavalieri Berlusconi-.
Que, el propio Putin, se haya iniciado como un –numerario gatillero de la KGB-, creo que, momentáneamente cierra este Compendio de Iniquidades.
En fin, los ejemplos que podría seguir enumerando, son casi ilimitados, por lo que los doy como reproducidos con los ya descriptos.
Ahora bien, si estas ofrendas de lo grotesco y repudiable, como vemos, no reconoce ni una poca de distingos en el ámbito de la eticidad y, menos aún en lo ideológico, en el mundillo de heces sudamericano, tales influencias de lo indebido, solo produjo y produce la fagocitacion de toda esa gente abyecta por nacimiento.
Pedro Castillo -un soberano analfabeto-, accedió a la presidencia peruana, como un contramodelo de ese fujimorismo, tan proclive a los desfalcos, deviniendo a las pocas semanas de asumir, como un poco ambicioso discípulo de eso mismo que, decía, había llegado para erradicar.
Y esa misma contradictio biomasa es la que, gobierna toda la región que, comenzará dentro de unos días en el ex imperio Incaico a mutar, para, de inmediato, ejercitar un efecto dominó.
Raudamente en Bolivia y posiblemente también en Chile y, este Brasil de Lula -que no es un mal sujeto, sino todo lo contrario-, pero que no podrá sustraerse de esta fenomenología de este tsunami verde oliva que se aproxima.
Y, posiblemente, esa, devenga como la excluyente respuesta de tantos excesos de todos estos excretados por el ano.
