Minyé José Jirón Hernández es un poeta nacido en Nicaragua el 2 de febrero de 1992. Desde los 15 años, se dedica a escribir poesías, y sus obras tratan de amor, desamor, la vida y la muerte, y las más recientes buscan concientizar con el lema: «No cambiaremos el mundo, pero moriremos en el intento».
Actualmente, tiene planes de publicar su primer poemario, «Composiciones y Sentimientos del Alma», y una novela corta titulada «Encrucijada de Amor».
Ha participado en dos Antologías Poéticas de Acrópolis Radio (actualmente Andrómeda Radio) para celebrar su XI Aniversario «Arrópame la piel con tus letras» y su Antología del 2023.
QUERIDA MÍA
Y tuve miedo…
miedo de perderme…
de perderme en tu mirada…
¿y sabes qué? Mis miedos ganaron…
Y temí…
temí que mi corazón…
mi corazón que late por amor…
¿y adivina qué? Por ti, siempre latió…
Y el silencio…
silencio que nos envuelve…
nos envuelve en eterno amor…
¿y comprendes? Por siempre estaremos juntos…
Bajo la luna…
luna que nos guía…
nos guía, noche tras noche…
¿y percibes? Nuestro amor nunca se enfría…
En cada sueño…
sueño contigo a mi lado…
a mi lado, en este camino…
¿y sientes? Quizás sea yo el que más te ha amado.
Y pienso en el amanecer…
amanecer junto a ti…
junto a ti, renace el placer…
¿y qué crees? De amor moriré por ti.
TE AMÉ SIN VERTE
En la oscuridad de mi alma surgió un amor latente,
no te vi con mis ojos, mas te amé ferviente.
Sin tu piel haber sentido, no entiendo cómo sin ti he vivido.
No hizo falta el encuentro ni el roce de manos,
pues el corazón guía y no en vano.
En silencio y sin mirar, mi amor germinó,
un amor puro y sincero, que en mi ser quedó.
No tuve que verte para amarte, es verdad,
pues el amor es ciego, no necesita mirar.
Con el alma te sentí,
y un lazo eterno por ti quiero vivir.
CORRUPCIÓN
En los callejones del poder corrompido,
donde las almas se venden como mercancía,
la corrupción se disfraza con elegancia fría,
un festín oscuro donde el bien queda herido.
En el fulgor de la codicia despiadada,
las flores marchitan en campos envenenados,
y en los corazones, los valores son pisoteados,
la corrupción, cual veneno, en la sombra aclamada.
Bajo el cielo en descomposición, la corrupción danza,
como un sueño roto que se desvanece en la bruma,
los líderes se visten con máscaras de espuma,
y la verdad se desangra en la traición que avanza.
En el laberinto de mentiras que construyen,
las almas se pierden en callejones sin salida,
la corrupción, un veneno que todo lo envuelve,
en el teatro del poder, una farsa sin medida.
La luna testigo de secretos oscuros,
la corrupción se desliza como sombra traidora,
en el corazón de la ciudad, una llaga que devora,
valores que yacen rotos como cristales impuros.
En las malévolas maquinaciones sinuosas,
las almas se pierden en un vals sin honor,
la corrupción, un eco que resuena con dolor,
en el poema de la decadencia, una sinfonía confusa.
DESAMOR
En el rincón sombrío de mi alma yace,
un desamor que consume como fuego,
sus llamas danzan, danzan sin sosiego,
en esta noche eterna, mi corazón deshace.
Ceniza de promesas yace en mi pecho,
un festín de lágrimas, amargas y salinas,
como un pacto sellado con sombras divinas,
el amor, un eco lejano, ya deshecho.
En el abismo de la desdicha me sumerjo,
cuerpos que fueron uno, ahora distantes,
como estrellas que se apartan, errantes,
el amor se desangra en mi ser lo padezco.
Oh, dulce néctar de desesperanza,
mi alma se envuelve en un velo de luto,
el amor, cual veneno, se vuelve fruto,
en este poema maldito, mi triste danza.
