Netflix está haciendo una película sobre el caso de Mario Biondo. Para ello hace un año se pusieron en contacto con los padres del cámara presuntamente asesinado, que vieron un haz de esperanza de que la verdad saliera a la luz en forma de documental.
De nuevo los han utilizado. Y detrás de todo esto hay personas cercanas a Raquel Sánchez Silva, su mujer cuando Mario apareció colgado de una estantería en la casa que compartía con ella en Madrid, para que la versión oficial del suicidio se hiciera pública a través de la pantalla. Se ha descubierto que la productora de la película es del ex representante de Raquel.
El policía y perito judicial Oscar Tarruella y dos periodistas italianos, son los que han sospechado e investigado sobre quién está detrás de la producción de la película.
“Lo han contado en la tele”, “ha salido en una película, que han apoyado y documentado los padres de Mario”, debieron pensar los promotores de la serie de Netflix, ya que lo que sale en la tele se toma como verdad absoluta.
Es la jugada maestra de la mano que al parecer quiere mecer la cuna, y que hasta la fecha lo ha hecho: Raquel.
Los padres de Mario se sienten de nuevo engañados y doblemente dolidos. Llevan 10 años investigando el asesinato de su hijo, y le han entregado a la productora información muy confidencial y sensible fruto de mucho trabajo confiando en que se iba a hacer por fin justicia a su hijo contando todo lo que han descubierto.
Para los que no han seguido el caso, haré un breve resumen de lo que se ha publicado hasta la fecha.
El 30 de mayo se cumplen 10 años desde que la asistenta encuentra a Mario colgado de una estantería de Ikea del salón de la casa. Rodeando su cuello por delante lleva una “pashmina”. Increíble que los investigadores que llevaron el caso no se percataran ni comprobaran que la “pashmina” de seda no deja marca en el cuello si rodea al mismo por delante. En cambio Mario tenía una marca por detrás del cuello de haber sido ahocado con un cable. De esta marca no se percató el forense español que lo estudió con ligereza, porque desde el primer momento se cerró el caso con la versión del suicidio.
Tampoco se dieron cuenta de que la estantería de la que colgaba el cuerpo, no podía aguantar la caída por el peso de un cuerpo muerto, a no ser que fuera colocado después. Ni sospecharon de la posición del cuerpo de Mario, incompatible con la caída de un cuerpo muerto.
La policía no se llevó el teléfono de Mario ni su ordenador. Tampoco el forense fue muy preciso con la hora de la muerte.
No se hizo nada porque no interesaba. Detrás había gente muy importante que querían ocultar a toda costa qué descubrió Mario esa noche y el motivo de su crimen, que es lo que sostienen los investigadores italianos y el propio policía Oscar Tarruella.
Dicen que Mario descubrió cosas de Raquel que no le gustaron, tema de prostitución y drogas. Dicen que detrás está un íntimo amigo de Raquel, con el que se presentó el día que encontraron el cuerpo de Mario. Pero todo queda en dicen y se sospecha, porque pruebas contundentes no se han presentado aún en España, donde el caso está cerrado.
Los padres saben que esa noche, Mario no estaba solo en casa: Dos teléfonos de personas conocidas de él se conectaron al wifi del domicilio de forma inmediata. Eso no costa en el sumario porque se ha sabido hace un par de años, gracias al trabajo de una empresa americana especialista en estos temas y contratada por los padres de Mario.
La versión que ha circulado y que Raquel insinuó que era la verdadera, es que Mario tuvo un accidente esa noche realizando un juego erótico con la pasmina. De esa forma murió el actor del “Pequeño Saltamontes” ahorcado con una corbata jugando al placer que produce quedarse por unos momentos sin oxígeno.
Pensaron en la curiosa muerte de David Carradine y le colgaron el sambenito de esa muerte erótica a Mario. Prepararon la escena, y para ello, los que lo mataron, hicieron unas llamadas desde el teléfono de Biondo a un camello, que más tarde se supo que era conocido de Raquel. No se encontraron drogas ni colillas en la casa, pero los investigadores ni se percataron de este fallo. También pagaron con la tarjeta de Mario en un club de alterne, a una hora en la que si hubieran hecho la autopsia bien, habrían dado con la clave de que él ya estaba muerto.
Pero no se hizo nada bien. ¿Casualidad o una mano negra de alguien muy importante?
Raquel siempre ha sostenido la hipótesis del suicidio de su marido, negándose incluso a una segunda autopsia, que la hicieron los padres en Italia. Una vez y otra vez más al no quedar satisfechos con el primer resultado.
En estas autopsias queda evidenciado que la que se hizo en España se hizo mal. Por ejemplo, dice el forense español que se encuentran restos de alimentos en el estómago (restos de la cena), y en cambio para cuadrar la muerte posterior al pago de Mario con su tarjeta en un Club, data la hora de la muerte sobre las 5 de la mañana, cuando la digestión estaría más que hecha. No se percata el forense de la marca de un cable en el cuello de Mario por detrás, ni de la posición en la que se encuentra el cuerpo, que no casa con un cuerpo que se desploma muerto, ni de que esa estantería era demasiado floja para no caerse hacia adelante al desplomarse el cuerpo.
La policía no se lleva el móvil de Mario ni el ordenador, que son entregados a la familia 15 días después de la muerte de Mario por Raquel, con muchísimos datos borrados como se pudo comprobar en Italia.
Casualmente el primo de Raquel es ingeniero informático y se le llamó a declarar en Italia.
En el juicio italiano, Raquel declaró como investigada, así como su primo, cayendo en muchas contradicciones. Pero ¿Qué ocurre? Que el crimen se ha cometido en España y debe ser juzgado en España. Italia no tiene poder para condenar a nadie por un crimen no cometido en su país.
Ahora Netflix quiere hacer una película con la teoría del suicidio. Eso han descubierto los investigadores que apoyan a la familia, que se siente de nuevo manipulada y engañada.
Un bufete de abogados de Cataluña, donde la familia Biondo ha depositado toda la documentación, va a intentar paralizar la película, que no se ajusta a la realidad ni a la cantidad de indicios que apuntan a que Mario fue asesinado, ya que detrás pueden estar personas muy importantes que intentan ocultar la verdad que Mario había descubierto.
La justicia italiana ha cerrado el caso, concluyendo que fue un asesinato, a pesar de que debe ser España quien recoja su testigo y de con los asesinos.
Muy buen resumen del caso . Asi es , desde hace decadas , este tipo de peliculas , documentales , y series parecen hechos para sacar beneficio del morbo y sobretodo condicionar la opinion publica sobre casos incomodos para el estado profundo .
Gracias Sergio. La opinión pública, como estamos viendo es muy manejable. Estamos rodeados de personas que prefieren mirar para otro lado si el problema no les afecta. Hasta que les afecte, y entonces se echarán las manos a la cabeza.
Gracias por tu reseña Sergio. Este es un caso más, con el mismo sello de los miles de asesinados que aparecen en el Expediente Royuela. La mano negra puede que sea uno de los asesinos que encargaron crímenes a esta mafia gubernamental.