Las expectativas se están viendo frustradas. El término del primer tramo del torneo de liga ha supuesto para el Elche un duro golpe de realidad. El equipo ha llegado a esta altura del calendario ocupando el puesto diecisiete de la clasificación, igualado a puntos con el Alavés, que se encuentra en zona de descenso. Con este panorama se antoja imprescindible una reacción inmediata que asegure la continuidad en primera división.
Los números generados por el cuadro ilicitano no se ciñen precisamente a una tendencia esperanzadora, y es que en las diecinueve jornadas disputadas tan sólo se han sumado dieciséis de los cincuenta y siete puntos posibles. Todo ello, a pesar de un arranque de año que se prestaba a soñar con otras aspiraciones, dado que el Elche iniciaba su andadura de la mano del mítico Fran Escribá y amparado por la experiencia de repetir curso en la categoría reina.
No fue malo el inicio. El equipo consiguió llevarse puntos fundamentales de encuentros tan complejos como los jugados contra el Sevilla o contra el Athletic de Bilbao. La intensidad, unida a la buena disposición táctica, invitaba a creer que el recorrido inmediato podía resolverse de una manera más ganadora. Sucedió todo lo contrario. El mes de octubre sumió al equipo en una espiral de partidos perdidos que a su vez trajo consigo la destitución del técnico valenciano. El recambio elegido fue Francisco Rodríguez, cuyos registros hasta la fecha mejoran con timidez la trayectoria inmediatamente anterior: un holgado triunfo en Cádiz, tablas ante el Granada y un par de derrotas con buen juego frente a Barcelona y Valencia.
Aunque los registros y las sensaciones despertadas por el nuevo técnico parecen emerger como un posible remedio, lo cierto es que las cifras son más bajas que las cosechadas al cabo de la primera vuelta del año pasado. El conjunto ha logrado un punto menos, lleva los mismos partidos ganados y cuenta en su haber con hasta 9 derrotas. Sin duda, son números de tal relevancia que ya empiezan a influir en las apuestas online de España, donde los pronósticos en torno a la segunda vuelta del Elche se centran sobre todo en incógnitas de carácter general: la permanencia en Copa del Rey, los resultados de las cinco primeras jornadas y la capacidad de generar ocasiones de gol. Las cuotas no se plantean muy a favor de los ilicitanos, pero el retorno a los campos de fútbol tras el parón navideño siempre supone un plus de motivación.
El Elche encara el mes de enero con la sensación de cambio que ha implantado el nuevo entrenador. La pizarra de Rodríguez apuesta más por el juego ordenado y posicional, dos variables que están encajando a los franjiverdes en un despliegue vistoso y productivo. Eso sí, la falta de estabilidad en el partido a partido sigue siendo asignatura pendiente. El otro obstáculo llega de los errores individuales, que han supuesto una notable pérdida de puntos en situaciones que ya estaban prácticamente resueltas. Si a esto le añadimos el componente arbitral, cuyos desaciertos han perjudicado al equipo, no es de extrañar que el miedo al descenso siga estando presente.
A pesar de todo, el tono futbolístico del Elche ha prosperado hasta dejar ver un juego más incisivo. Se constató en Mestalla, en el Nou Camp y frente al Granada, donde el equipo se llevó el empate incluso jugando con un hombre menos durante toda la segunda parte. Está claro que el avance es significativo, pero todavía es necesario que los jugadores más determinantes, como Lucas Pérez, Pastore o Benedetto alcancen el 100% de su rendimiento.
