En un caso que ha generado conmoción en la sociedad, un hombre de 37 años ha sido condenado por la Audiencia de Alicante a una pena de nueve años de prisión por su implicación en actividades de ciberacoso, exhibicionismo y posesión de pornografía infantil. Este artículo proporciona una visión detallada del caso, desde los hechos ocurridos hasta la sentencia emitida por el tribunal.
Los Hechos
Los eventos objeto de juicio se desarrollaron entre los años 2017 y 2019, cuando el acusado estableció contacto con una adolescente de 14 años a través de las redes sociales. Bajo la apariencia de una amistad, el individuo ganó la confianza de la menor y posteriormente la manipuló, convenciéndola para que le enviara fotografías de ella desnuda a cambio de diversos favores, como regalos y recargas para su teléfono móvil.
Manipulación y Coacción
La sentencia, emitida el 27 de marzo, establece que el acusado ejercía presión sobre la menor para obtener más imágenes comprometedoras y para que la introdujera en su círculo social, facilitándole el contacto con otras amigas. Además, se comprobó que el individuo también enviaba a la joven fotografías de sus propios órganos sexuales, intensificando así la coerción sobre ella.
Veredicto del Tribunal
Tras un exhaustivo proceso judicial, el tribunal de la Sección Segunda concluyó que el acusado era culpable de múltiples delitos, entre ellos el ciberacoso en la modalidad conocida como ‘sexting’, el exhibicionismo y la posesión de pornografía infantil. En consecuencia, se le impuso una condena de siete años y seis meses de prisión por ciberacoso, seguida de otros diez meses por exhibicionismo y un mes adicional por posesión de material pedófilo.
Medidas Adicionales
Además de la pena de prisión, el tribunal determinó la imposición de una medida de libertad vigilada con una duración de nueve años para el acusado. Asimismo, se le ordenó indemnizar a la víctima con la cantidad de 2.000 euros como compensación por el daño sufrido.
Hallazgo de Material Incriminatorio
Durante el proceso de investigación, las autoridades llevaron a cabo un registro en el domicilio del acusado en mayo de 2020, ubicado en la ciudad de Alicante. En dicho registro, se encontraron diversos dispositivos que contenían alrededor de 100 archivos de contenido pedófilo, incluyendo imágenes de bebés y niños de corta edad en situaciones explícitas.
El Juicio
En el juicio, celebrado el 11 de noviembre, el acusado negó los cargos en su contra, admitiendo únicamente conocer a la menor, pero rechazando haber solicitado imágenes de ella desnuda. Sin embargo, el tribunal consideró probada la versión de la víctima, respaldada por la persistencia y la verosimilitud de su relato, así como por las evidencias encontradas durante el registro