Un diario, no pasa de moda.
La excepcionalidad, la singularidad, la diferencia es un concepto que puede variar mucho según el punto de mira. Tener un diario es como una valija que llevas siempre contigo. No la pierde, te acompaña, se va llenando con los días del viaje. Recuerdos, cosas que te importan. El diario es una forma de plasmar momentos con diferencia, hablara con tu cuaderno como si fuera un amigo. Le contará tus proyectos, los pasos siguientes. Cosas importantes y menos importantes. Reflexiones íntimas. Vas revisando los eventos del día. Una segunda mirada. Vuelve a disfrutar tus vivencias que son generalmente una avalancha de cosas nuevas. Tu bolígrafo teje letras, palabras, frases con velocidad, decidido, solo faltan los sonidos y tambores para celebrar tantas emociones y alegrías. Los días pasan y las páginas del cuaderno se llenan poco a poco. No se vuelve a leer, todo se acumula como las cosas en un trastero.
Mi diario hoy está inacabado, lo dejé pensando que mi memoria podría tomar el relevo.
Así que medio siglo después, metí la mano en este cuaderno escondido entre escombros. Una limpieza más para no dejar el pasado conducir mi vida. El testimonio de un tiempo pasado, sacando el polvo de mi cuaderno con la sonrisa que iluminaba ahora mi rostro. Nada más ver el color rojo de la tapa con sus desgastes, me obligo a más respecto. Todo no es basura con el tiempo finalmente. Dejé todo en su sitio, me llevo el cuaderno en un lugar con más prestigio. Tenía ganas de volver atrás por un momento. Una especie de estiramiento de cara temporal. En el espejo del tiempo se veían estas letras inseguras, ese coraje inocente, la espontaneidad sin maldad, esa fuerza para grandes aventuras. No había olvidado nada. Este testimonio era único, la verdad sin tapujos. Un reencuentro con el pasado con palabras y letras. Parecía un tesoro escondido para mí. Es muy raro leer tus escritos de hace décadas. Te transporta en los lugares, vuelve a sentir tus emociones, los olores, los ruidos, todo. Podría hacer una película sin la neblina para tapar lo incierto. La conexión con el presente es lo más chocante. Mucho o poco ha cambiado dependiendo del lado que se mire. Un desgaste biológico de un lado y del otro una forma de pensar intacta, probablemente más evolucionada. Intenta ver todo el camino recorrido. Es como poner un nuevo pavimento de una carretera. Actualiza tu viaje en la vida. Hay detalles que tu memoria no había puesto en sus archivos. Que alegría redondear historias con más detalles. Estos hacen la diferencia.
Al expresar pensamientos y sentimientos en un diario, podemos obtener claridad, conocimiento y perspectiva de nuestras vidas, y desarrollar una mentalidad más positiva y resiliente. Supongo también aliviar estrés y ansiedad en momentos críticos de la exploración.
Mis notas tienen que ver con numerosos viajes con la moto en toda Europa. Otros como la travesía del Atlántico con los últimos barcos de pasajeros de línea. Aventuras y trabajos en América Latina. Relatos de viajes, de relaciones humanas y de formación para ser una mejor persona.
¿Ahora qué?
Bueno, el cuaderno migró a la biblioteca de la casa. Tiene más rango, está en su sitio, discreto y silencioso. Recuerdos que te acompañan nada más de mirar la carpeta. Por el momento no mueren, una parte de ti sigue almacenada antes de la próxima limpieza. Una especie de doble plasmado en el papel. Un testimonio de las maravillas del mundo. La felicidad y todas las mayúsculas de las relaciones humanas.
Momentos que se pueden repetir en cualquier sitio. No pasa de moda.
Un diario es útil para ti si empiezas uno. Hoy con las herramientas virtuales es aún más fácil con la inmediatez. En cualquier sitio puedes tomar notas, hacer y deshacer, textos más elaborados. Podrás luego disfrutar de tus momentos especiales en diferido. Compartir con los tuyos si quieres. Sobre todo, poder leer lo que forjó tu destino. Valorar las buenas o malas decisiones. Hay que asegurar que décadas después quizás no cambiaría nada. Un diario puede ayudar a vivir el presente de forma placentera sin ningún remordimiento.
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Todo tiene más sentido cuando tus acciones fueron triplemente vividas. El cuaderno tiene un dueño, tu firma. Es un testigo, prueba de tus decisiones. Lo has querido así. Lo has vivido así. Lo has escrito así.
La libertad es aquí visible, la tuya, íntima.
Un espacio maravilloso que nadie puede quitártelo. La otra libertad es más amplia, es otra cosa. Un proyecto mayor que necesita un esfuerzo compartido, un equipo solidario, una visión integradora con sus reglas y respeto. El diario individual, bien podría ser una de las piedras angulares de esa libertad con la palabra mayor. Ordenar lo tuyo antes de ir a por más.
Viva la vida.
