Aurora Serrat, responsable de Infraestructuras, apuesta por llenar de hormigón Altea en vez de mejorar o ejecutar nuevas zonas verdes en el casco urbano

Los llamados proyectos “estrella” del equipo de gobierno de Altea, se basan en el hormigón, que según se desprende de las palabras de la portavoz de Compromis y concejala de infraestructuras Aurora Serrat, es más fácil y económico de mantener que una zona verde.

El nuevo paseo del frente litoral son dunas de hormigón blanco que pasaron a eliminar una zona de aparcamiento vital para el casco urbano de Altea además de dejar morir las palmeras y vegetación que allí se encontraban en su mayoría. En definitiva ahora tenemos un paseo sin apenas arboles que den sombra, escasas zonas para niños y otras mal ejecutadas, además de lo deteriorado que se encuentra ya por tener tanta prisa de inaugurar al acercarse las elecciones locales en su momento.

Por otro lado, las obras de remodelación de la avenida Comunidad Valenciana, son una oda al gris cemento, transformando además parte de una  zona verde en pistas deportivas. Un suelo destinado a mancharse para siempre dada la porosidad del hormigón por donde es difícil circular los vehículos de mantenimiento y donde no entra el camión de basura.

Está por terminar también las obras de la Calle del Sol y Alacant, y después de 4 años  de sufrimiento de los vecinos y mala gestión queda el suelo con una capa de hormigón pobre con grava gorda y redonda que la concejala de infraestructuras pretende llamar “canto rodado”. Nada que ver con las verdaderas calles que caracterizan a Altea como la calle Mayor o la Plaza de la Iglesia entre otras. Un acabado, en calles inclinadas y con fuertes pendientes que son un riesgo de caída constante y todo ello por malas decisiones políticas y empecinamiento del alcalde y su concejala de infraestructuras.

Ahora se pretende acometer otra obra de envergadura con el fin de terminar dejando el casco urbano de Altea en una ratonera sin salidas ni aparcamientos. Uno de los accesos principales al núcleo urbano, se convertirá en un falso casco antiguo al querer repetir el modelo de la C/ sol con ese suelo de hormigón con grava redonda al que quieren llamar canto rodado sin serlo, lo cual, a la vista de las pendientes de la calle quedará sin lugar a dudas convertida en una pista de patinaje.

Paco Berenguer, edil Popular, afirmaba “que todas estas obras basadas en el hormigón no solo van en contra de la creación de pulmones verdes, sino que además dan a Altea un aspecto gris, de imposible limpieza y mantenimiento  que se deteriora de forma rápida. Altea se merece unos acabados de calidad que permitan usar los espacios públicos con normalidad tanto para peatones como para vehículos. No nos vale en absoluto que el equipo de gobierno exija a los altéanos la máxima calidad mientras que se dedica a verter hormigón por todas las esquinas para “tapar agujeros”.

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