Murió y no supo que moría
Bitácora de futuro
La plácida ciudad estaba en ese tiempo, con un asomo de una ligera llovizna, el cielo inmaculado observada desde su inmensidad con el tenor más profundo y, allá se observaba un vuelo de pájaros. En el traspatio de la casona vieja, derruida por la inclemencia del tiempo, le acompañaban unos tremendos árboles de mangos, que estaban en cosecha, dos árboles de aguacate, y dos árboles de limones, todo un espectáculo precioso, era como un regalo de Dios.
En la interioridad o seno de la arboleda se escuchaba el canto de unos pajaritos que siempre llegaban por la mañana y por la tarde, era de tardecita. Doña Gumer en el fogón de la cocina ponía un velero-porra-de café, y como a los tres minutos antes el incandescente fuego se escuchaba el hervir y salía un olor a café espléndidamente. Doña Gumer bajó el velerodel cocinero. Llamó a Peberto, veni, ya está el café, éste acudió dónde doña Gumer, que era su mamá.
-Tomá llévale a tú amigo, este café y estos pancitos tostaditos-le dijo su mama-.
-Los amigos conversaban entre sorbos de café y mordiscos de pan. Es tiempo de renacer, sin fronteras-externó peberto a José-.
-Y, aún , entre tantas calamidades hay que tratar de ser condescendiente-replicó José-.
-Con la maldad, que le cobró a la maldad, no se juega, repuso Peberto-.
-Es ahí donde interviene la cultura-las artes- como peldaño que cambia la vida, murmuró José-.
-Claro, más artes, mejor expresión de humanidad-adujo Peberto-.
-Es obvio hay que dejar una estela y/o huella en el camino-inquirió José.-
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-Por supuesto, para que el corazón sea fiel expresión de una notable obra para el destino tiempo-repuso Peberto-.
-Aunque sólo la maldad fomentada, será aplastada por la maldad-concluyó José-.
-Y, Peberto, asintió con un meneo de cabeza, y expresando cultura y más cultura, las sociedades paulatinamente van haciendo su propia expresión de futuro social.
En ese momento descendía el primer momento del crepúsculo, el sol se iba, dejando colores preciosos y destellando un torna soleado fenomenal. En ese vaivén del tiempo, el ambiente en el traspatio se iba poniendo fresco, pero debido a la proximidad de lo oscuro, que tenía que descender, los amigos levantaron campo y se trasladaron a la ante sala de la casona.
Daba gusto estar ahí, por lo antiguo de ella y de ciertos objetos, pero el “ÑorTiempo”, sabe sus avisos, era hora que José se despidiera y así fue, pero dada las circunstancias de la llovizna, que cada minuto arreciaba, no podía irse a su casa, la cuestión, fue que, la llovizna se transformó en aguacero, tuvo que quedarse a dormir.La rayería era tremenda daba miedo, pero ni modo a dormir, y con tan mala suerte al pobre José, a eso de las tres de la madrugada, debido al aguacero, desde el techo se desprendió una solera, y le cayó en el pecho, murió. Joséen ese instante había terminado de escribir un pohema:
LA MUERTE ES UN ARTE
Ante filas interminables
de panteones
prefigura la dignidad,
en la sombra , y en paz
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con la muerte, es un
sueño a la indiferencia,
donde sólo esa vida existe
en su propio espacio
y tiempo, siendo un,
notable simulacro de
espejos opacos, ante sombra
benigna de la arborización,
expandida, una (s) veces
imaginada como forma suya,
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ante fecha fatal convencido
de su caducidad y, fiel
retórica de haber
muerto entre Robles,
Laureles, Madroño,
belleza pura ante estrellas
nobles y de la asombra
de haber observado
el círculo de lo ignaro,
¿Acaso la muerte es
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es arte (s)? Quizá.
Bendita calle, pasarela
de último momento
anhelada y no, y desconocida,
dónde abunda el polvo,
es suculenta limpieza
de hermosas y bellas
lágrimas, como aquella
música inseparable.
Al fin, llegó la policía, los familiares, amigos, vecindad, ya no había nada que hacer, todo fue un accidente. Lo tuvieron que ir a sepultar a eso de las diez de la mañana, en su sepultura pusieron un rótulo: MURIÓ Y NO SUPO QUE MORIRÍPero, el diálogo en el traspatio prefiguró la dignidad.
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Acerca del autor Bayardo Quinto Núñez
Escritor, Pintor, Músico, ha publicado 17 libros de: Cuentos, Minicuentos, Pohesía, Novela, Mininovela y ensayos varios, Columnista, y Nicaragüense.(Seudónimo: Bayquinú. Celular 505 88739938, correo electrónico: tac_tictac@yahoo.com)
Publicado por él: Autor Bayardo Quinto Núñez
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