¿Si es usted profesor, se le ha ocurrido alguna vez iniciar su clase con un chiste?
A lo mejor más de uno lo hace y sonríen al recordar la respuesta de actitud de sus estudiantes. Sin embargo, ¿Sabían que la técnica del buen humor existe? El término fue planteado por primera vez en 1979 por Norman Cousins en uno de sus libros en el que se hace una relación entre el humor y la salud.
El humor se manifiesta a través de la risa y ésta a su vez incide en el estado de salud de las personas, actualmente se utiliza en terapias e intervenciones clínicas.
La neurociencia sostiene que se pueden generar aprendizajes significativos en los estudiantes si van ligados a la emoción, y que mejor cuando el profesor ocasionalmente busca motivos para reír y hacer reír a sus estudiantes, de esta manera estimula el sistema nervioso central para influenciar de manera positiva los aprendizajes dentro y fuera del aula.
Así que compañeros y colegas, no duden en poner una buena dosis de buen humor a sus clases, recuerden que un profesor que ríe es una persona en la que se puede confiar, participar con confianza y aprender con facilidad.
Para finalizar les comparto un poema con el tema planteado:
Con risas se aprende mejor
En el salón donde el saber se entrelaza,
maestros ingenian con risa y empeño,
de cabeza a pies, sin mirar el diseño,
el humor despierta la mente y la abraza.
Con chistes y bromas, la enseñanza avanza,
atención capturan, creando un lazo,
el aula se llena de risa y abrazo,
el aprendizaje es más que una balanza.
El buen humor es llave que motiva,
despierta el interés, rompe la rutina,
hace que el saber brille y fascine,
maestros crean un lazo que cultiva.
Con risas y chistes, el aula se ilumina,
el aprendizaje fluye, y nunca termina.
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Elizabeth Alejandra Castillo Martínez
Oaxaca, México, 2023.
