S.O.S el pueblo cubano agoniza tras años de dictadura comunista

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Arreglando el apagón barrio por barrio en #Cuba pic.twitter.com/eAUDApGGsV
— Diario Alicante (@diarioalicantee) November 6, 2024

Elegí mal momento para ir, pues octubre es época de huracanes, y además me pilló el huracán Oscar en pleno apagón de 5 días DE TODA LA ISLA.

Fue el mayor apagón de la historia de la isla.

No ha sido mala suerte mía, ha sido el destino que me ha regalado ver y sentir en primera persona el genocidio que se está cometiendo con el pueblo cubano, para que yo le diera voz a todos los cubanos que están de alguna forma prisioneros en su propio país, pasando hambre y calamidades.

El huracán Oscar llegó a la isla el domingo 20 de octubre, en pleno apagón.

Llegó trayendo vientos lógicamente “huracanados” y lluvias torrenciales que fueron a parar a la zona Este de la isla (oriental) devastando la ciudad de San Antonio entre otras, donde sus habitantes se encontraban durmiendo, sin luz ni wifi ni avisos estatales. Los pilló desprevenidos y murieron (según datos oficiales del gobierno de la Revolución), nueve personas.

Nadie los avisó ni pudieron enterarse por las noticias en internet, ya que se encontraban sin luz y con el acceso al wifi cortado por la única compañía que hay en la isla (ECTESA) que por supuesto es estatal.

Imagino que cortado a propósito para que la población civil no se organizara y surgieran revueltas.

Esto me recuerda a lo que está pasando ahora mismo en España con el gobierno comunista de Pedro Sánchez y la catástrofe que es la Dana.

Aquí en España, las televisiones mienten y manipulan la realidad, pero como el dictador Pedro no puede cortarnos el acceso internet, ya que por suerte para nosotros las empresas de megafonía son todavía libres, sabemos que los datos que está dando por orden del gobierno comunista de los fallecidos por la Dana en Valencia, doscientos diecisiete, es mentira.

Esta cifra no aumenta desde hace días, a pesar de que sabemos que se están encontrando cadáveres cada día que devuelve el mar o que se rescatan dentro de sus coches, en los garajes o atrapados en sus casas.

Sabemos de primera mano los que vivimos en la zona catastrófica, que el gobierno miente y que hay más de mil desaparecidos entre los que se ha llevado el agua hacia el mar y los que aún están enterrados debajo del barro. Y sabemos porque lo hemos visto en imágenes que en la morgue de Valencia no paran de entrar coches funerarios para recoger cadáveres. Pero los muertos no aumentan ni dicen la cifra de desaparecidos.

En la Comunidad Valenciana, el pueblo está ayudando al pueblo, con miles de voluntarios de toda España que se han acercado a ayudar y llevar agua, comida, medicamentos y ropa.

Estos inútiles gobernantes cargaran toda su vida con su conciencia. Están cometiendo deliberadamente un asesinato en masa, al no dejar actuar al ejército hasta después de 6 días de la catástrofe y rechazando la ayuda internacional ofrecida para encontrar a los desaparecidos con vida en las primeras 24 horas. Ahora ya es tarde.

Cada vez España se parece más a Cuba, advertencia que hago desde aquí a todos los españoles que me lean. Tenemos que reaccionar ya o nos vamos a ver en la misma situación que nuestros hermanos cubanos.

La casualidad y la mala suerte hizo que cuando llegó Oscar, la isla entera se encontraba apagada. Tuvimos 4 días, aunque para mi fueron 5, sin luz. Sin luz es sin luz veinticuatro horas sobre veinticuatro. Los datos oficiales después del huracán, hablan de nueve personas fallecidas, entre ancianos, adultos y una niña. Y el pueblo habla de cien desaparecidos más, es decir 109 muertos, que nadie busca.

Quiero señalar que el apagón que ha habido en Cuba no forma parte de los ya habituales apagones que por desgracia sufren los cubanos desde hace años. Este apagón fue a nivel nacional. Un país entero apagado. Según el gobierno por la rotura de la central eléctrica más grande del país, según los periodistas de la CNN que hablaron conmigo, fue debido a un barco que llegó cargado de combustible y al que no quisieron pagarle. Se dio la vuelta y se marchó.

Golpe de efecto posiblemente del gobierno revolucionario para dar pena a los países aliados comunistas, que fueron los que le pagaron el combustible a los 5 días: Creo recordar que México, Rusia y China. Parecido a los golpes de efecto de nuestro gobierno, cuando detectaron sobres con explosivos que habían pasado todos los filtros hasta llegar al presidente y a alguno de sus ministros. Algo insólito y que solo se explica si esos sobres salen del propio gobierno “performance”.

Raúl Castro es el que dicen maneja el gobierno actual de la Revolución, está representado por el títere Miguel Diaz-Canel, al que según cuentan los propios cubanos, manejan los ventrílocuos que rodean al dictador criminal.

Cuba se encuentra totalmente a la deriva. Lo he vivido en primera persona, pues estuve allí durante los días que ocurrió todo lo que cuento, y he hablado con muchísimos cubanos, que lógicamente no quieren decir sus nombres, para evitar que les den “matarile”.

Ellos mismos cuentan que desde la pandemia ha bajado el turismo y crecido de forma brutal la inflación. Cada día se devalúa más su moneda. Un dólar se cambia en las CADECAS (oficina de cambio del gobierno) por 120 pesos cubanos, aunque en el mercado libre de la calle se cotiza a 320 pesos y el euro a 340.

Un chico con carrera de ingeniería que conocí trabajando de socorrista en Varadero, con los ojos vidriosos y aguantando el llanto, me contó que gana 3000 pesos al mes, es decir nueve euros para todo un mes, cuando una cerveza por ejemplo en un bar de la Habana Vieja ya cuesta casi dos euros, o lo que es lo mismo 640 pesos cubanos.

La comida a los cubanos les cuesta lo mismo o más de lo que nos cuesta a nosotros en España, es decir NO TIENEN DINERO NI PARA COMPRAR LECHE. Un cardiólogo, por poner otro ejemplo gana 5.500 pesos (17 euros al mes).

Y a pesar de que algunos alimentos están subvencionados por el Estado, cada vez hay menos comida en las tiendas destinadas a la población, como mucho encuentran arroz, fríjoles y estanterías vacías.

Pero en concreto en los días que yo he pasado en una casa particular de alquiler vacacional, conviviendo con el vecindario como una más, los escuché decir que, en este mes no les pusieron nada en la cartilla de racionamiento. Cero comidas.

Los mendigos y la basura se acumulan a partes iguales en la Habana.

Dice el Gobierno de la Revolución que no hay dinero para combustible y no pueden recoger la basura al tener los camiones de recogida parados. Seguro que donde ellos viven se la recogen a diario.

Y el 18 de octubre declararon durante 4 días “Estado de Emergencia de suministro eléctrico” dejando a todo un país a oscuras desde las 11 de la mañana del viernes 18 al lunes 21 por la noche, que empezaron por zonas a dar la luz. En la mía el apagón duró hasta el martes 22 por la noche.

La comida que tanto les cuesta comprar al pueblo cubano, se pudrió en los frigoríficos, y muchos hogares se quedaron sin agua, ya que, para tenerla, un motor que necesita de la energía eléctrica, la sube a un depósito en la terraza de los edificios.

Los colegios cerrados y las tiendas también y sin acceso a las redes para que no se organizaran y la liaran como pasó en las manifestaciones de hace dos años, donde por ejercer el derecho a protestar, hay muchos jóvenes en la cárcel con condenas de más de 20 años.

Yo al ser turista y poder pagar comida en los restaurantes de la Habana vieja, que funcionaban con un grupo electrógeno, fui una persona privilegiada.

Además, pude cargar mi teléfono y ventilador portátil en el Hotel Paseo del Prado, al que agradezco su comprensión y la amabilidad con la que nos trataron, a mí y a muchos turistas que no estábamos hospedados, regalándonos la energía de los generadores eléctricos privados del hotel para cargar nuestros aparatos. La mayoría de los cubanos se quedaron con el móvil apagado sin batería.

¿Y qué fue durante ese apagón del pueblo cubano? Nadie se preocupó en llevarles comida y agua a sus hogares, como había prometido el gobierno de Diaz- Canel en un comunicado, dejando a recién nacidos, niños pequeños y ancianos más vulnerables, a su suerte.

Y aun así, la isla enamora, y la Habana su capital conserva todavía la maravillosa arquitectura que dejó España en los cinco siglos en que Cuba fue española.

La Habana Vieja, es una de las maravillas del Mundo para mí, declarada Patrimonio de la Humanidad.

Y no solo es una maravilla la Habana Vieja, también los son los barrios del Vedado y Miramar, los parques y jardines y sobre todo el carácter de los cubanos ante los que me quito el sombrero.

Las orquestas y el personal de la hostelería, transmiten alegría levantando el país, a pesar de lo que están pasando y a pesar de que muchos días no tienen que darle de comer a sus hijos.

El cubano está acostumbrado a ponerle al mal tiempo buena cara y a tomarse con humor su desgracia…solo hay que saber interpretar esta alegría y mirarlos a los ojos cuando viajan en autobús o van por la calle y no están trabajando para el turista. Su mirada es triste mirando al suelo en silencio.

No pueden hablar, se juegan la vida. Solo te escuchan, y con los ojos te dan la razón del infierno que es para ellos vivir bajo el sometimiento comunista y genocida.

“Con Fidel Castro al menos podíamos vivir”, me dicen, aunque desde hace muchísimos años no arreglan las centrales eléctricas, ni hay mantenimiento de edificios y calzadas, que están que se caen de viejos.

Van a la deriva y ya muy pocos cubanos se tragan el rollo del bloqueo americano como excusa de este desaguisado que organizan los comunistas cuando gobiernan un país, solo preocupados de robar, pegarse una vida padre y empobrecer la nación.

Y no quiero terminar el artículo sin hablar un poco de la historia de Cuba, ya que en los colegios españoles se evita contar la decadencia de un pueblo que lo tuvo todo y que está en la miseria por culpa de la gestión de un gobierno que se hace llamar “Revolucionario”, igual que el nuestro que se han puesto ellos mismos el sobrenombre de “progresistas”.

PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS reza un cartel gigante en un muro de la Habana. Vencieron ellos, el pueblo se desangra.

Un poco de la historia de la isla que fue española.

Hablar de Cuba es hablar de la añorada España caribeña. Es hablar de la decadencia de un país, que durante 5 siglos fue una parte floreciente y próspera de nuestro país, la que ellos llaman la MADRE PATRIA, con todo lo que eso implica y engrandece en amor hacia lo que antaño fue parte del Imperio Español.

Hay un dicho en España, cuando las cosas no van bien, que dice “más se perdió en Cuba”. Lo decimos sin darnos cuenta de lo que realmente significa. Al perder Cuba, España perdió la esencia de la España floreciente desde los Reyes Católicos hasta el reinado de Fernando VII.

El siglo diecinueve representa para el imperio español un claro declive.

Mientras que los Estados Unidos pasaban a convertirse en un país recientemente fundado y una gran potencia, España estaba sumida en una decadencia que arrastraba muchos años.

Esta decadencia se acelera con la invasión napoleónica y la gran inestabilidad política, de nuestro país, con pronunciamientos, revoluciones y guerras civiles, que lo desangran social y económicamente.

Cuba era entonces uno de los territorios españoles más florecientes, pues el tráfico comercial de la Habana era comparable al de Barcelona de esa época.

Para Estados Unidos era su ambición, y ofreció comprársela a España, cosa el rey de español rechazaba.

Se da también la circunstancia de que años antes había surgido el nacimiento del sentimiento nacional cubano, que provocaría guerras en la isla (entre españoles y rebeldes), y con los Estados unidos de música de fondo.

Ya teníamos una bomba de relojería para lo que vino después, que fue la perdida de Cuba para los españoles, pues al intervenir Estados Unidos en la guerra de la independencia cubana (1895-1898), entramos en la guerra hispano-estadounidense, que fue un conflicto bélico que enfrenta a España con Estados Unidos desde abril a agosto de 1898, perdiendo España los terrenos de Ultramar y dando lugar a lo que aquí se denominó “Desastre del 98”.

La derrota del Imperio Español fue un shock para la psique nacional de España, y provocó una profunda revolución filosófica y artística de la sociedad intelectual española, que dejó plasmado su malestar y tristeza en los testimonios de la llamada “generación del 98”, generación más importante de artistas y escritores que ha habido en España.

Tras esta derrota, España pierde Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam, pasando a ser dependencias de Estados Unidos.

Por desgracia para todos, tras la Revolución cubana ya en 1952, donde Fulgencio Batista había derrocado en un golpe de estado al presidente electo Carlos Prio, del Partido Auténtico, y en un marco internacional en el que estaba patente la guerra fría entre EEUU y Rusia trae como consecuencia que trece años después, en 1965, Fidel Castro creara el Partido Comunista, fundado anteriormente.

Y ahí empezó la desgracia del pueblo cubano, pasando del dictador Fidel, del que hasta hablan bien al compararlo con el insensible y abusador Raúl Castro, quien ha convertido a Cuba en un pueblo a la deriva, con una inflación brutal y con el que se está cometiendo uno de los mayores genocidios de la historia, mientras el mundo y sus mandatarios parecen ignorar.

Digo genocidio, pero podría calificarlo de asesinato por omisión de socorro, al morirse de hambre y enfermedades graves muchísimas personas y carecer hasta de medicamentos.

El mundo va a la deriva en general, con parte de Sudamérica gobernada por los comunistas, y su querida Madre Patria siguiendo el mismo camino con el actual presidente Pedro Sánchez, que a pasos agigantados nos está metiendo su comunismo déspota y dictatorial en vena.