“No soy un pájaro y ninguna red me atrapa: soy un ser humano libre con una voluntad independiente”.

Frase del libro “Jane Eyre”de Charlotte Brontë.

«Ave sin retorno», el libro ganador de Juegos Florales en la categoría Poesía Alfonso Cortés,de la poeta, escritora y cantautora jinoteganaAna Fuentes.Que buen contacto con el ideal de Charlotte Brontë, mostrar la libertad y nombrarla Ave.

Pero ser libre no es solo volar en el cielo azul y poder ver el horizonte desde la rama más alta y alcanzar las flores que queramos.

La libertad va más allá de ese límite entre la idea y el sentimiento.

La libertad es capaz de quitar esa capa de optimismo y dejar la capa frágil y herida a nuestro cuidado.

Este libro con todos los detalles nacidos, no recreados,

da una lectura esplendorosa, una voluntad de vieje y catarsis.

La autora crea un signo que advierte al hombre y a la mujer que se puede ser libre de sentir dolor,

y amor y ella en y su susceptibilidad lo recibe tan natural, que hasta le pone un nombre, y es capaz de llamarlo con el gesto más familiar que nombra un amo a su mascota para ver juntos el atardecer.

Y como en una fotografía siendo un solo paisaje,

la poeta se envuelve en la construcción del escrito y lo llena de su extracto, de su respiración, cosas que corresponden al sentido poético individual de su humanidad.

Esa acción nostálgica que se presenta viva, con un destino y con una identidad bien formada lo que le permite no ver atrás, no juzgarse en el llanto ni en la risa, sino que acepta con madurez su libertad significante de «Ave sin retorno».

Vuela, atemporal, resonando por su texto Alfonsina Storni.

Una compañía que saltó los peldaños de ese espacio que no ha podido lograr separar las esencias humanas.

Sabia al saber que los sentimientos nostálgicos y los sucesos desafortunados no son un castigo sino desde la aceptación de las emociones de un ser consciente son parte de la riqueza humana que nos deja la experiencia.

Avanza inseparable de los ideales sin refutar la existencia de las cosas que puede sentir y soñar que son de ella y puede compartirlas.

Y en mi imagen de ese pájaro en su vuelo sin retorno, como lectora veo a una mujer que toma el sentimiento como unaavecilla recién nacida y le da su tiempo para que se vaya en paz o se quede en paz,no sin antes tomar las sílabas tónicas y líricas que estas provocan en cada movimiento atómicoy subatómico.

Y darles permiso de que dejen la seña de su respiración sobre su cerebro y sobre las páginas de un libro.

La autora además de construirlas de forma tan dedicada, con una forma corpórea y un género y una identidad les da un hogar como herencia y para herencia a través del tiempo.

Es aquí en Ave sin retorno donde estas nostalgias cantan una canción magistral al compás de una pluma y el frío jinotegano.

Nos muestra grandes realidades planteadas desde una perspectiva hiperrealista de una visionaria que va más allá de los colores y estados de la naturaleza, vuela desafiando los parámetros erróneos que no ha decidido aceptar.

Algo me detiene, aquí puedo ver las imágenes

parecidas a los rasgos de la memoria de una mujer que ha nacido sin límites.

• Albert Hernández
• Escritora y poeta nicaragüense