NUESTRO PLATO ESTRELLA: Atún a la parrilla con arroz y soja en Teriyaki.

Restaurante Mikele

EL PLATO:

La primera vez que me llevé un trozo a la boca, ya supe que ese plato y yo íbamos a ser amigos. Tiene una de las cualidades que me encantan de la vida: rompe con la monotonía. En este caso, de los sabores. No es por amistad, ni por peloteo, pero el sabor es diferente a lo que estoy acostumbrado. De hecho, le voy a copiar una pequeña idea para hacerlo en mi casa.

El plato, para dos está bien, si se acompaña de otros para picotear. Si es para uno solo, como fue el caso de la chica que se sentó en la mesa contigua a la nuestra, con eso ya te vas comido para hacer la tarde bien. Con un poco de «carota», me levanté y le pregunté qué le había parecido a ella. Destacó el punto de guisado del atún. Manolo, el comensal que me acompañó y yo, coincidimos también en la apreciación. El atún, si te pasas un poco con el fuego se te queda seco. No es el caso. Aquí agradablemente jugosito.

La guarnición de arroz sorprende por su sabor. Mezclar los brotes de soja con elementos dulzones, como pueden ser la canela es otro nivel. No lo había probado nunca y este finde se lo haré a mi madre. O, mejor, como es su cumple la semana que viene… la llevo al Mikele. Se lo merece. Como les diré más de una vez en estas reseñas, la canela me chifla. En este plato se nota sin que se implique en exceso. Ya saben que, si te pasas con la canela, luego no hay marcha atrás y opaca todo el resto de los sabores. Aquí te saluda, como de lejos, como debe ser.

El Mikele es un restaurante que apuesta por la cocina imaginativa sin llegar a la excentricidad. Donde comes y te vas a gusto para recomendarlo, que es lo único que se le debe pedir a un restaurante. Situado en Ruiz de Alda, una de las calles peatonales donde se transita cómodo y se come en la terraza en un ambiente calmado. Ofrece una cocina personal, donde el propio Mikele está a los mandos de la nave. De hecho, le invité a que se sentara a comer con nosotros y nos dijo que «quién haría la comida». Le imprime un toque personal a cada plato de la carta para diferenciarlo de otros sitios, de otras cartas. Estos son los restaurantes que me gustan, los que me ofrecen una comida, pero, sobre todo, una experiencia nueva.

En definitiva, que tienen que probarlo. Manolo Martín, mi «partner» en este caso, ya dijo que traería a su mujer y a su hija. A los tuyos solo los llevas a sitios donde tú has disfrutado. Y, les aseguro que lo hicimos. Además, tuvimos rato para hablar de nuestras cosas artísticas, de su programa de radio, de nuestras experiencias en los trabajos carnavaleros, etc. Háganme caso. Prueben esa mezcla de sabores y me lo cuentan.

A parte, de la carta, pudimos probar las croquetas de bacalao. Espectaculares, chiquititas para no tener que partirlas. Crujientes por fuera y suavecitas por dentro. Me gusta. No suelen encantarle esas que están tan amasadas, estás entran agradables y sólo saben a una cosa: a bacalao y punto. Luego, probamos, y les recomendamos mucho, el pan bao (típico oriental) relleno de langostinos empanizados con guacamole y cebollita roja. Suave el guacamole para que no le quite el sabor al langostino. Un acierto. Y, de postre, la tarta de limón. No soy yo de los que deja el hueco del postre, pero en este caso había que probar y valió la pena. Recomendable para los que no son tan dulceros, como yo.

EL INVITADO:

Esta vez, el invitado que ganó la suerte en el sorteo realizado por los que compartieron la foto en las redes sociales, no es otro que mi gran amigo Manolo Martín. Curtidos, los dos, en mil batallas desde que éramos «más jóvenes» todavía, tuvimos tiempo de ponernos al día de nuestros nuevos proyectos. Lo que siempre es un placer. Y más, cuando hablas con gente a la que te gusta escuchar porque aprender, aprendes.

Es más, la casualidad del sorteo hizo que compartiera la foto desde mi Facebook el día que me llamó para llevarme de invitado a su nuevo programa radiofónico “El buchito” en Radio Guiniguada. Para los que lo quieran escuchar, es en la FM 89.4.

Manolo es de las personas que más entienden de Carnaval en nuestra isla. Eso se lo aseguro. Murguero desde siempre y gestor luchando porque nuestras fiestas más internacionales salgan con la calidad que el pueblo exigimos, siempre hemos mantenido contacto. Me tiene presente en sus programas de radio desde mis primeros proyectos. Es de estos amigos fieles que nunca quieres perder. Hemos currado mucho, los dos y, paradojas de la vida, creo que es la primera vez que comemos juntos. Pero valió la pena.

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