
¿Nuevas elecciones en Venezuela?

Si es verdad que la batería de noticias proveniente de Estados Unidos ha eclipsado el ámbito informativo mundial, al menos en América Latina, pues las primeras acciones del presidente Trump, tal como se esperaba, han sido contundentes, directas y, como dirían aquí en España, llegaron "cortando rabo y orejas".
Sin embargo, en el caso de Venezuela, durante los últimos días también se han producido informaciones sumamente importantes en lo que respecta al ataque sistemático contra los derechos humanos de los venezolanos por parte del régimen, la aspiración de Maduro de pasar página rápidamente sobre el tema electoral, buscando echarle tierra al proceso del pasado 28 de julio, y llamando a unas elecciones regionales (gobernadores, diputados a las asambleas legislativas de los estados, etc.) a celebrarse durante el mes de abril. También se dio el anuncio por parte del ente comicial (Consejo Nacional Electoral) sobre la realización de 10 votaciones más, entre ellas, el referéndum para modificar la constitución.
A todo esto, la lucha opositora se ha visto minimizada, más allá de los mensajes de María Corina Machado, quien ha reiterado la posición de no apoyar elección alguna hasta que se respete el mandato popular expresado por el pueblo venezolano el pasado 28 de julio.
Lo cierto es que, mientras esto ocurre, el régimen aprieta más el gatillo contra sus enemigos. Esta semana impidió el ingreso de medicinas en la embajada de Argentina, custodiada por Brasil, donde se encuentra un grupo de opositores pertenecientes al equipo de Vente Venezuela, organización que comanda Machado, con lo cual se pone en peligro la salud de algunas personas.
La embajada se encuentra prácticamente sitiada por efectivos militares; le han cortado el suministro de los servicios básicos, no tienen agua ni luz, les han impedido el ingreso de alimentos, agua potable y ahora medicinas, todo bajo la mirada atenta pero inactiva de la comunidad internacional.
Voceros de Vente Venezuela han solicitado al cuerpo diplomático y al Nuncio Apostólico manifestarse sobre esta situación, lamentablemente sin obtener respuesta alguna.
Maduro huye hacia adelante; pudiera encontrarse acorralado, pero convoca nuevas elecciones, pone a pelear a las organizaciones políticas, genera división de opinión y trata de alejarse de la discusión sobre si es legítimo o no. Peor aún, amenaza con cambiar la constitución a través de un proceso que le permitiría hacer un nuevo instrumento legal amoldado a su interés, lo que significaría consolidar su dictadura, aislar aún más al país y, ¿por qué no?, instaurar en Venezuela un sistema calcado al cubano, donde controlaría incluso quién entra y quién sale.
En una entrevista realizada al profesor venezolano Alfredo Rojas Calderón, quien es doctor en comunicación y política, conferencista, asesor y analista político, se mencionó que Maduro ya agotó todas las opciones pacíficas para una transición política en Venezuela, dejando como única salida la utilización de la fuerza.
Entendemos que una decisión de esta magnitud supone un escenario sumamente complejo, lo cual brindaría un tiempo de oro al régimen para acomodarse y prepararse. EEUU aún no ha fijado posición al respecto, pero no es descabellado pensar que impondrá nuevas sanciones económicas que buscarán el quiebre del régimen.
Lo lamentable es que los más perjudicados terminan siendo los ciudadanos de a pie, la sociedad, las familias que guardan en lo más profundo de sus corazones la esperanza de que se produzca el cambio político en el país.
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Muy útil tu columna informativa
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