Un estudio del Instituto de Investigación del Hospital del Mar ha concluido que la dieta mediterránea es la más protectora y reduce un 16% el riesgo de tener una depresión
Muchas evidencias científicas indican que tener buenos hábitos de vida y seguir una dieta saludable son factores que contribuyen en la salud física, pero también en la salud mental. Ahora un estudio liderado por investigadores del Instituto de Investigación del Hospital del Mar (HMRI) revela datos concretos para afirmar que las personas que siguen dietas saludables tienen menor riesgo de sufrir depresión.
El trabajo publicado en la revista European Journal of Nutrition ha analizado el seguimiento de la dieta de unas 3.000 personas durante seis años y los datos de otras 5.000 personas durante 12 años. El objetivo, evaluar el impacto de cuatro tipos de dietas saludables sobre el riesgo de sufrir síntomas o de recibir un diagnóstico de depresión. «Los datos del estudio demuestran que seguir cualquiera de las dietas analizadas es un factor protector frente a la depresión», apunta la investigadora del HRMI, Camille Lassale , una de las autoras del estudio.
Dietas analizadas
Los investigadores han evaluado el impacto de cuatro dietas: la mediterránea, otra para prevenir la hipertensión (DASH), una tercera vegetariana y una última recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estas cuatro dietas coinciden en determinados grupos de alimentos, como fruta, verdura y legumbres, y en limitar la carne roja y procesada, pero existen diferencias en relación con el peso del pescado, de los lácteos, o del azúcar en sus recomendaciones de ingesta de alimentos.
En este caso, la dieta mediterránea es la que obtuvo mejores registros, reduciendo en un 16% el riesgo de sufrir síntomas de depresión.
Los investigadores consideran que cualquiera de estas dietas saludables es un factor de protección frente a la depresión. «Una dieta inadecuada podría influir en la depresión, incluyendo un aumento de los niveles de inflamación, estrés oxidativo, el eje microbiota-intestino-cerebro y alteraciones del sistema hipotálamo-hipófisis-adrenal con sobreproducción de cortisol, entre otros «, dice el estudio
Como conclusión final de este estudio, los investigadores consideran que mejorar la dieta puede ser un complemento en el tratamiento no farmacológico de esta patología mental, y como medida pública de prevención para el conjunto de la población.
- Redacción: Bernardo Borondo Ruiz (Divulgador y Documentalista)
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