Lo que era un secreto a voces, sigue siendo secreto; pero, cada vez, las voces son más altas y más claras. Shakira y Lewis Hamilton cuadran sus agendas para verse. La noticia saltó al verles juntos en el Gran Premio de Fórmula 1 de Miami hace poco más de un mes, pero, por lo visto, la “amistad” ya llevaba un tiempo de ocultos encuentros fuera de la exposición mediática.
No voy a valorar como me caen cada uno de ellos, porque no los conozco y no sería justo, pero sí creo que el perfil de corredor inglés es el mismo que el de Piqué. Dos chicos bien, respetados en sus disciplinas deportivas y con el ego dos cuartas más altas que sus cabezas. Es una sensación. Y, como firme defensor del amor, espero que, si ellos quieren; espero que puedan vivir una relación de pleno crecimiento personal de ambos. Por supuesto. La felicidad al poder.
Aunque tampoco me sorprendería que fuera una estrategia de la empresa de gestión de marketing de la cantante de Barranquilla. A esos sí que los admiro. Ella, a pesar de los avatares sufridos, sigue “facturando” con la caja registradora echando humo. Hace poco leíamos la noticia de que el mismísimo Tom Cruise la estaba “acosando” y ella lo rechazó. Una vez pasado el revuelo, nos lanzan el noviazgo con Hamilton, y así una detrás de otra con el fin de tener a la artista en el candelero.
Muchas veces he comentado que, en el mundo de la música, a veces es más importante la labor de los representantes de los cantantes que las propias canciones en sí. Y lo mantendré siempre. Y esta noticia de alcance, no sé porque, mi intuición me dice que puede ser uno de esos casos en los que la agencia está haciendo un buen trabajo para que Shakira rentabilice cada paso que da y le ponga en el top de la lista a sus canciones. Pero, que nadie le quite la oportunidad al amor, y espero que pronto podamos estar escribiendo el artículo de la boda o de que ya viven juntos o de que yo que sé, pero con el amor de la parejita lejos de escándalos creados por sus agencias de representación.
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