La XI edición de este evento tiene un mérito especial. Los organizadores y administradores por los acontecimientos de la DANA tuvieron que trabajar contra el reloj. Todavía los accesos a los estacionamientos están en obras.
El Circuito Ricardo Tormo de Cheste
Ha recibido nuevamente los días 1 y 2 de marzo la concentración de motos, coche y camiones clásicos que abre la temporada internacional. Este año se reconoció la figura de uno de los grandes del motociclismo español. Se nombró leyenda a Carlos Checa, el primer piloto español que ganó el mundial de Superbikes.
El automovilismo también tiene su espacio en el Racing Legends.
Con la exclusiva colección de Fórmulas europeas con el Trofeo de Regularidad Las Provincias. Una grande exposición de coches clásicos y históricos.
El evento es una visita al pasado, despierta las memorias.
Historias memorables, momentos vividos que vuelven de golpe viendo y escuchando motos y coches míticos de un tiempo donde los límites se buscaban de la misma manera que hoy. Se admiten las motos de competición con 30 años de antigüedad y motos derivadas de serie cuyo modelo haya competido en carreras de motociclismo. También se permite la participación de motos de 125 cc / 250 cc de Gran Premio.
Los participantes y el público son la mayoría apasionados, aficionados, coleccionistas.
Los pilotos orgullosos de sus preciosas y cuidadas máquinas recordando éxitos y épicas derrotas. Siempre hay leyendas del motor y conocidos en el Paddock. Los amantes de los coches y motos clásicas disfrutan de un ambiente de carreras con el acceso a los boxes del circuito. Se disfruta muy cerca de lo que es imposible normalmente. Provoca sensaciones especiales porque vuelven los tiempos de otros momentos felices de la vida. Una mezcla de nostalgia con la admiración de las proezas técnicas de aquellos tiempos pasados.
Es todo un conjunto de cosas, el circuito con sus instalaciones, los protocolos de seguridad, la organización profesional, todo un mundillo de patrocinadores y proveedores de insumos y servicios gravitando alrededor de estas piezas de colección. Son los conservadores del patrimonio deportivo, un legado de lo que hicimos y fuimos. Aquí se respira competición y respeto. Los mecánicos acompañan a los pilotos la mayoría veteranos con sus pelos blancos y esa pancita que no ayuda para romper los registros del circuito. Poniendo los últimos retoques antes de salir en la pista de ese circuito que ha visto los mejores pilotos del mundo. Aquí se decidió en las últimas carreras de MotoGP, el campeón mundial Niki Hayden en el 2006 con una caída de Valentino Rossi. Esa otra carrera que fue ganada por El australiano Troy Bayliss una Wild card, sola una carrera en MotoGP ese año, toda una hazaña. Tantas otras grandes cosas animan ese circuito mítico. Pasar el día aquí va volando. Centenares de motos, coches, camiones de todo tipo y marcas, es todo un libro de historia que se puede tocar, ver, escuchar sus motores, tranquilo con un café o una cervecita sin alcohol en las manos. Un ambiente tan agradable. Hay conversaciones con apasionados y las viejas glorias del deporte, se comparte una pasión que va desbordando el ámbito puramente deportivo. Hay niños acompañando a sus padres, abuelas a sus hijos. Un muy buen rollo mezclado con esa seriedad a la hora de dar gas en la pista. Todo vuelve a su sitio en unos instantes.
El cronómetro, la competición, esa mirada de «killer» no desaparece.
Estás motos o coches » vintage » tienen sus genes y buen pedigrí capaces de dar muchos sustos. Ganaron carreras prestigiosas, campeonatos, glorias y algunas marcaron la historia para siempre.
Es muy gratificante pasar un día con esa mirada hacia atrás.
Invita a revisitar nuevamente momentos de máxima modernidad, se puede comparar con los avances de hoy. Entiende que todo progresa, todo va evolucionando. La movilidad eléctrica, el diseño, la digitalización, los materiales, la aerodinámica ayuda un día como este a mirar adelante con mucha más confianza.
Viva la vida.
Más Información:
Deja una respuesta