¿Qué está ocurriendo hoy en Europa, el viejo continente?

Lejos de hacer honor a su apodo de "viejo sabio", Europa parece haber perdido su rumbo. Hoy, su independencia política y estratégica se encuentra en entredicho, habiéndose alineado casi incondicionalmente con Estados Unidos. Esta falta de autonomía se refleja tanto en su política de seguridad como en su logística.

El apoyo decidido de Europa a Ucrania con el envío de armamento no solo agrava las tensiones con Rusia, sino que también pone en riesgo la estabilidad del propio continente. Mientras tanto, Estados Unidos parece mover los hilos desde las sombras, incitando conflictos sin asumir plenamente las consecuencias.

Europa, debilitada y dividida, no ha tomado una posición firme en asuntos cruciales como el conflicto en Oriente Próximo, en especial frente a la controvertida postura de Israel y sus acciones en la región. Esta ambigüedad genera más inestabilidad, y a su vez, fomenta el crecimiento de movimientos neofascistas que se nutren del miedo y la incertidumbre.

Mientras tanto, la población, absorta en las pantallas y fragmentada, carece de la capacidad o la voluntad para reaccionar. Aunque muchos se sienten manipulados, pocos parecen dispuestos a actuar para cambiar la situación. El sentido común parece haberse esfumado, y la mayoría se conforma con que los conflictos no lleguen directamente a su puerta.

Sin embargo, la historia no se detiene aquí. Los eventos se suceden cada vez más rápido, poniendo a prueba a las naciones y a sus ciudadanos. En última instancia, el rumbo que tome el mundo, consciente o inconscientemente, será una consecuencia de nuestras propias decisiones.