Para construir una sociedad diferente, debemos ser conscientes de que el bienestar general y el bien común deben prevalecer. Con este principio claro, podríamos vivir mejor, de manera más equilibrada y armoniosa, sin estrés, sin enfermedades causadas por la presión cotidiana, sin violencia y sin la carga que hoy soportan las sociedades.
Es fundamental que todos estemos de acuerdo en este propósito. No podemos permitir que solo unos pocos luchen por este ideal mientras otros los atacan y menosprecian. Si seguimos dividiendo esfuerzos, perpetuaremos el sufrimiento y el caos en el que vivimos día tras día.
Hemos perdido la simpatía y la amabilidad, refugiándonos en la tecnología y alejándonos de la esencia de la vida. Pero la vida nos llama cada mañana para que seamos sus aliados, no para que nos atrincheremos tras nuestras barreras emocionales. No podemos seguir viviendo bajo la premisa del “yo primero y los demás no importan”, porque esa mentalidad nos condena al fracaso como humanidad.
Las leyes de la vida están ligadas a la evolución, pero el ser humano moderno les ha dado la espalda, y de ahí deriva su decadencia. Aunque algunos parezcan estar bien desde el punto de vista económico, en su interior saben que algo les falta. De vez en cuando, una pequeña voz les recuerda que el vacío no se llena con dinero ni poder.
Tenemos mucho por descubrir, pero la verdadera exploración debe comenzar dentro de nosotros mismos. Nos hemos obsesionado tanto con lo externo que nos hemos vuelto ciegos. Buscamos más dinero, más poder, más armas, más control, y solo hemos conseguido alimentar la locura colectiva.
No es sorprendente que los líderes mundiales sean cada vez más incompetentes, carentes de visión y pensamiento crítico. Vivimos en un mundo donde la democracia y la libertad se desvanecen, y lo que no se practica, inevitablemente, se pierde. Si no cambiamos el rumbo, el ser humano está condenado a su propia extinción.
Pero aún hay esperanza. Debemos liberar nuestra mente de las ataduras del presente y proyectarnos hacia un futuro distinto, donde estos principios sean la base de nuestra evolución. Solo entonces estaremos realmente preparados para conquistar el multiverso y trascender como especie.
Leave a Reply