La miopía de los analistas económicos occidentales es más destructiva que una explosión nuclear

La miopía de los analistas económicos occidentales es más destructiva que una explosión nuclear

Elijan al azar cualquier señal audiovisual y/o corporaciones de prensa gráfica y, deducirán que, es unívoca una línea editorial que, cotidianamente, utilizan para cimentar sus predicciones y pronósticos en el comportamiento oscilante de los mercados en el plexo bursátil.
Y, merced a ese mecanismo -a estas alturas bizarro-, no advierten que la naturaleza lábil de los mayoristas en inversiones de los billones de dólares y euros que diariamente cambian de manos, no indican otra cosa que jugadas especulativas que, ninguna relación mantiene con algo que supere una mera virtualidad.
Con epicentro en las políticas erráticas tanto de la FED como del BCE, las que desincluyen una  mínima visión objetiva y ascética de la realidad financiera.
Que trasunta por un meridiano, totalmente divorciado del que anticipan esas dos autoridades monetarias que, solo cuentan con aptitud para una sola cosa: la hiper emisión de billetería. 
 
Me permitiré señalar dichos severos y groseros yerros y, al intentarlo, he de recurrir a una línea argumental que pueda ser digerible para cualquier Lector.
Dando por suficientemente sentado que cualquiera que lea estas directrices, se encuentra suficientemente conteste que, tanto la artificiosa pandemia del sars, seguida del actual conflicto ucranio, tiene a este último como mero sucedáneo del que lo precedió.
Tomando en especial consideración que, conforme lo fue el relato oficial, esa curiosa virosis comenzó en territorio chino.
Para de inmediato, expandirse simultáneamente en esta USA y el epicentro europeo en una misma contemporaneidad.
Luego, los confinamientos compulsivos, seguidos del home office, y la "frutilla del postre", esto es el multimillonario business de las malditas vacunaciones forzosas.
 
Bien, de tomarnos la molestia -cual si fuésemos entomólogos-, con diseccionar y rearmar las multiplespartes de un insecto inerte, no será de ninguna complejidad, determinar dos cosas -para limitarme a una descripción de trazos gruesos-.
 
Estigmatizando la primera con la presurosa retirada de EE UU del territorio afgano, en el que el abandono de invaluable material bélico, por multimillonario que haya sido, fue un mero simbolismo.
Toda vez que, el nudo gordiano transitó por otro andarivel, dado por la supresión de la siembra y cosecha de las casi trescientas mil hectáreas de opio con el que, se abastecía todo el cartel farmacéutico norteamericano.   
Negocio vil y criminal del que debieron apartarse estos gangsters por haber resultado directos responsables del suicidio de trescientos mil jovenes entre 20 y 30 años, apenas en 2020.
 
Año curiosamente coetáneo a la explosion global del Covid.
Ahora bien, anudar el espontáneo nacimiento laboratorista de un bacilo, al mismo tiempo que el negocio de los opioides moría , requería de un reemplazo masivo -las vacunas-, de esa masa dineraria de la que no se permitirían prescindir.
 
Y fue así que, durante el bienio 2020/2022 la economía internacional sencillamente se derrumbó irremediablemente.
 
Deviniendo entonces como imperativo que, tanto la Reserva Federal como su homónimo de Estrasburgo, dieron inicio a obsequiar dinero en efectivo, paralelamente a incrementar al infinito el subsidio universal de tickets supermercadistas.
Para abastecer a cientos de millones de nuevos desempleados que, no recibieron el beneficio de la continuidad virtual de sus puestos de trabajo.
 
Conduciendo esa indiscriminada dación de reservas -al menos aquí-, a los umbrales del default técnico en la capacidad financiera del Tío Sam, resuelta entre gallos y mediasnoches la pasada semana.
 
La actual depreciación en la cotización de todos los combustibles fósiles, no es más que una diminuta muesca que la tan mentada y temida recesión industrial, comercial y de consumo masivo debemos de remontarla a dos años vista
 
Que precisamente fue la fecha en que, el precio del crudo, no pudo superar la barrera de  los cien dólares por barril.
Y, por ello la deflación de todos los bienes y servicios gobiernan tanto la actualidad cuanto el futuro y, no la estanflación -inflación + recesión-  que pronostican estos feriantes ambulantes que ejercen de opinólogos. 
 
Pese a las lacónicas advertencias que las solitarias voces de Dalio y Roubini las han pregonado sin suerte ninguna.
Bien, hasta aquí, he procurado sintetizar los dos disparadores de esta ruindad económica mundial.
Pero, no omitiré, acaso lo más trascendente-, que ninguna conexidad guarda con el indeciso resultado de lo que sucederá en Ucrania.
Y, ello estriba en decodificar algo demasiado simple y que, se encuentra a la vista de cualesquiera de nosotros.
Dado por el hecho que la sorpresiva ralentización de las importaciones chinas a Occidente, está direccionada a un solo y exclusivo objetivo, siendo este, esmerilar primero destruir a continuación, tanto a la "locomotora germana" como al resto de sus asociados -como ya acontece-.
 
En ello ha residido esa suerte de astigmatismo de todos estos gurúes de cartón que no cesan en predecir sandeces.
 
Que ademas, se encuentran incapacitados para decodificar que, los asiáticos, exceptuando a los japoneses -demasiado adheridos a las influencias norteamericanas-,  cuentan con una paciencia temporal diametralmente opuesta a la nuestra.
 
Se comieron los efectos pandémicos silenciosamente, aplastando criminalmente a los disolventes, habiendo asesinado indiscriminadamente a todos los que osaron criticar al Partido.
 
Y, en el paralelo, con la colaboración de Putin, están proveyendo a India de petróleo barato para coadyuvar en todo para desarrollarla y, así, incorporar junto a Pakistán e Indonesia a dos mil millones de nuevos customers.
 
En eso radica la política a largo plazo de Beijing y, si para alcanzar esa meta, Occidente debe caer, pues lo hará y de bruces.
 
Pero esa razón tan doméstica cual didáctica es la que no desean o se encuentran incapacitados de ver, tanto Morgan Stanley como el resto de lacayos de Jerome Powell y de quien lo reemplace en el futuro.
 
En todos estos acápites y algunos otros afines reside...
LA MIOPÍA DE LOS ANALISTAS OCCIDENTALES ES MÁS DEVASTADORA QUE UNA EXPLOSION NUCLEAR.
Cordialmente Carlos Belgrano.

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Carlos Belgrano

Colaborador de Diario Alicante en Artículos de información e Opinion.

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