- Según datos del “Estudio de Salud Mental de la Juventud Valenciana” del Consell Valencià de la Juventut; el 81% de los jóvenes afirma haber sentido estrés en algún momento de su vida. Más del 73% ansiedad. Aunque solo el 11% estaría dispuesto a pedir ayuda
- La ansiedad, la depresión, problemas de autoestima y trastornos de la conducta alimentaria; son los problemas de salud mental más nombrados por los jóvenes en el anterior estudio.
Situado en Calle Monestir de Poblet, 24, Ita pone en marcha un nuevo Hospital de Día especializado en la salud mental del adolescente.
Ita Monestir es un nuevo centro con una capacidad de 30 plazas, que ofrece atención de lunes a viernes, para todos aquellos adolescentes que necesiten tratamiento especializado en salud mental.
En los últimos años se ha detectado un aumento de casos en los problemas de salud mental. Este suceso también ha tenido un impacto en los jóvenes, aumentando su malestar emocional y los problemas de salud mental.
Unicef ha detectado que 1 de cada 7 adolescentes entre 10 y 19 años ha sido diagnosticado con un problema de salud mental; España es uno de los países con un porcentaje más alto de diagnósticos: el 20,8% de los jóvenes españoles tiene un problema de salud mental.
Si echamos la vista atrás, el barómetro sobre salud y bienestar juveniles realizado por la FAD y el Centro Reina Sofía muestra que en 2017 un 6,2% de jóvenes señalaba que había tenido algún problema de salud mental. Este dato aumenta hasta llegar a un 15,9% en 2021.
“La adolescencia es un periodo importante del ciclo vital caracterizado frecuentemente por cambios y dificultades en el proceso de adentrarse en la vida adulta. En esta etapa va a ser necesario elaborar procesos de autonomía, afrontando la transición entre la niñez y la adultez.
Suele ser un periodo de gran inestabilidad y vulnerabilidad, aunque también de grandes potencialidades.
En esta etapa vital se acumulan numerosos acontecimientos significativos para el desarrollo de la persona, como pueden ser experiencias traumáticas entre iguales, pérdidas de personas significativas, situaciones de acoso escolar, separaciones y desengaños sentimentales, las primeras experiencias sexuales, etc.
La dificultad para afrontar dichos acontecimientos puede derivar en dinámicas de adaptación disfuncionales. En este sentido, los trastornos de ansiedad y del estado de ánimo, el duelo patológico, las adicciones a las redes sociales y a las nuevas tecnologías, los trastornos adaptativos, el estrés postraumático, las adicciones a determinadas sustancias, los trastornos de conducta, etc. pueden dar forma a esa respuesta desadaptativa en esta etapa vital.
El aislamiento, la falta de contacto social, la interrupción de las actividades educativas, los cambios de hábitos, los problemas laborales y económicos de las familias, etc., son factores que afectan a la salud mental de la población y a la de los adolescentes en particular. Es por ello que desde la pandemia del COVID-19, han aumentado los problemas de salud mental en los jóvenes”, explica Pilar Espallargas, Directora de Ita Monestir.
El equipo interdisciplinar del Hospital de Día de Ita Monestir trabaja de manera coordinada para disminuir el malestar cognitivo-emocional del adolescente, junto con los síntomas asociados a las dinámicas de adaptación disfuncionales, dotando a los jóvenes de habilidades y estrategias de afrontamiento funcionales que sustituyan a aquellas respuestas más problemáticas.
A través de un tratamiento intensivo, donde se le da máxima relevancia a la psicoterapia y al trabajo socioeducativo, y con ayuda de la familia; quienes son una pieza fundamental dentro del tratamiento, trabajamos para ayudar al adolescente a recuperar su bienestar emocional.
El objetivo es prestar ayuda a adolescentes con problemas de salud mentaly con trastornos de la personalidad, dada la complejidad de esta etapa de desarrollo y el incremento problemas de salud mental a estas edades en los últimos años. Todos ellos, encontrándose en una situación que no requiere de hospitalización cerrada, con capacidad de movilidad autónoma, con la intención de mejorar y/o recuperar sus habilidades de autocuidado y autonomía, de manera que puedan alcanzar un funcionamiento integral en los diferentes contextos en los que se desenvuelven.
Atendiendo al esquema clásico de categorización de la fenomenología clínica, dividimos a los pacientes adolescentes con problemas de salud mental en dos grandes grupos:perfil externalizante, en los que el malestar se expresa a través de síntomas visibles como en los trastornos de conducta, o el consumo de sustancias, y, el perfil internalizante, en los que los síntomas se manifiestan hacia el interior del individuo como es el caso de la ansiedad, depresión o el retraimiento social”, comenta la directora del centro.
Pilar Espallargas añade que “una rápida actuación en la programación terapéutica, evitando tiempos y demoras innecesarias, en recursos inadecuados, evita institucionalizaciones, previene recaídas y asegura un mayor éxito terapéutico”.
