Cómo sobrevivir el primer día del gimnasio y no morir en el intento

El primer día siempre resulta el más complicado, no solo tendremos que someter a nuestro cuerpo a una actividad a la que no está acostumbrado, sino que además, estaremos en un sitio nuevo en el que no conocemos a nadie y donde no estamos para nada familiarizados con el entorno.

En estos casos, es probable que nuestra inseguridad haga que no actuemos de la manera más adecuada. Sin embargo, hay algunos consejos que nos pueden ayudar a que le saquemos el máximo partido al primer día y disfrutemos adecuadamente esta oportunidad para ponernos en forma.

Antes del primer día

Siempre elige el gimnasio que esté más cerca de tu casa o de tu trabajo. No es muy buena idea que elijamos un gimnasio con piscina y solarium si tenemos que viajar dos horas para llegar a él. Ten en cuenta que habrá días en los que te sientas un poco desmotivado, en los que lloverá o hará frío, por lo que si tienes que ir hasta un gimnasio que está algo lejos, no habrá forma de que salgas de casa. Es por ello que los gimnasios Alicante siempre será la mejor opción.

Por otro lado, vayamos a los objetivos que hayas planteado antes de empezar el gimnasio; olvídate que sean a corto plazo, recuerda que los resultados del gimnasio tardan varios meses en apreciarse. Por lo que no debes desanimarte cuando no veas el efecto de forma inmediata.

Y recuerda, no es necesario que lo des todo en tu primer día, de hecho podría considerarse un día de adaptación. Con el tiempo y la constancia podrás esforzarte cada vez más y exprimir al máximo tu entrenamiento.

Haz todas las preguntas que necesites

El gimnasio es uno de esos lugares en los que necesitamos preguntar todos los detalles. La razón detrás de ello es sencillo: si no sabemos cómo hacer un ejercicio, no tenemos claro cómo usar una máquina o cuál es la postura adecuada, probablemente nos lesiones en el proceso.

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Es por ello que necesitamos dejar nuestro orgullo a un lado los primeros días y consultar todas las preguntas necesarias. No te sientas avergonzado, todos hemos pasado por ello.

No te fijes demasiado en los más musculosos

No siempre los que tienen músculos más grandes son los que saben hacer mejor los ejercicios. Así que no copies exactamente lo que hagan, mejor fíjate en los consejos de tu entrenador de sala, ya que serán los más adecuados para conseguir tus objetivos.

Olvídate un poco de tu outfit

No hace falta llegar al gimnasio usando los calcetines deportivos más modernos ni con la ropa fitness más a la moda. Simplemente, necesitas ropa deportiva que te guste y, sobre todo, sea cómoda.

Los complementos como las cintas, gorras y muñequeras son solo un adorno, por lo que no te servirán de nada cuando comiences a entrenar. De hecho, podrían hacer que sientas que llevas un disfraz.

Aunque claro, necesitas ropa que te haga sentir cómodo. Usa algo que para ti sea el equilibrio entre estética y comodidad.

Relaciónate con los demás

Los gimnasios son un lugar donde la gente se tiene mucha confianza por el simple hecho de haber elegido el mismo lugar. Por lo que de cierta forma todos forman parte del mismo equipo. Siempre puedes preguntar donde puedes dejar las mancuernas, como regular el peso de una máquina o comentar cualquier cosa, siempre y cuando no interrumpas una serie, por supuesto.

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Por lo general serán muy amables contigo, tan solo actúa con naturalidad y verás como tu primer día es más ameno de lo que creerías.

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