Creo que la mayoría de nosotros se encuentra suficientemente conteste, respecto a la radiografía de todas las ex colonias de España en el Nuevo Mundo que, desde su emancipación hasta nuestros días, ha descendido a un estado tribal, igual o peor a la época pre colombina.
Gobiernos corrompidos hasta lo inaudito, imperan desde México hasta el extremo austral argentino y chileno por igual, con un agravante de tal magnitud que, ni siquiera con el apoyo de la tecnología ha logrado cruzar la barrera de la grosería de su dirigencia que, sin hesitación insiste en profundizar su hundimiento.
Que, en un análisis policromático trasunta por la ignorancia supina de sus líderes, quienes carecen de cualquier forma diminuta o intersticio de una ideología diferente al asalto del poder para saciar sus agusanados intereses.
Ello así a poco de contemplar que desde la ribera sur del Río Grande, cualquiera de nosotros puede libremente visualizar que, los pueblos aztecas y mayas, precedentes a la conquista, contaban con una fisonomía más estética que se esfumó.
A poco que Cortés al norte y Pizarro al sur, desembarcaron para expandir una cultura tan decadente como la insuflada por un monarca -Felipe II-, quien además de haber sido un esquizofrénico y filicida, exportó los desatinos y efluvios de su propia demencia.
Que, poco después de sus constantes fracasos en sus desastradas excursiones a las costas británicas y la pérdida de soberanía de los Países Bajos, dejó plasmada su impericia política y militar.
Depositando a España en el lecho de una prodigalidad de la que jamás pudo recuperarse, añadido a que esa forma de anarquía la insufló a los que se conocieron como los Adelantados que fueron tomando el control de tres subcontinentes con excepción de la incipiente colonización del Reino Unido en el norte de esta Costa Este.
La imposición de un sistema legal -Las Partidas-, propias del bajo medioevo fueron impuestas con el dinamismo de una cultura y clase dirigente colonial decadente se irguió como imperante, y para cuando se desecho por los primeros nativos criollos, merced a la influencia napoleónica, devino como demasiado tardía.
Porque una forma de ser con la ruinosa influencia de una Iglesia corporativa y corrompida, blandiendo el indiscutible y omnímodo poder del Santo Oficio hizo de núcleo, para acendrar el sometimiento a una interpretación de un Credo Cristianiano que, ninguna sintonía guardó con la bonhomía de los principios Evangélicos, sino enderezados con una política vaticana, para entonces, divorciada de la Fe, como único estandarte religioso válido.
En esa simiente amorfa, deberíamos adentrarnos para comprender el porqué, todo un continente con ingentes riquezas naturales, se debata en una incomprensible pobreza extrema acompañada de un insondable hundimiento.
Por lo que, a estas alturas y con una historia tan ridícula cuán absurda, emerge como de toda imposibilidad, rescatar a sus habitantes que, ignorantes e irrecuperables coadyuvan en lo posible, para renegar en forjarse un destino superador.
Pero existen y se multiplican con la misma velocidad de la pobreza que los estrangula, producto quizás, al crecimiento exponencial del indigenismo que los aleja de una redención por muy remota que esta fuese.
Lo que, sin más adentramientos nos indica que los latinoamericanos se encuentran como cualquier navío al garete, y en ese irresoluble dilema debemos centrarnos para ensayar algun atisbo de solución, por muy difícil que resulte dar con el.
Y, es a partir del inicio de esa búsqueda que, entiendo como facilitadora, la idea de trasladarme raudamente a la realidad europea, no por su importancia estratégica ya que carece de la más micronésima , sino al reacomodamiento al que deberá de apelar en oportunidad que el nuevo Eje Cino Ruso enfrentado a estos paupérrimos Aliados, imponga una remake del Tratado de Versailles.
Una Liga Hanseática y/o Gran Germania, reemplazará y dejará atrás, las actuales fronteras de los nórdicos/frugales del hoy.
Como lo anticipé hace bastante tiempo, Alemania, Austria, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Lituania, Suecia, Islandia, Noruega Croacia, la ex checoslovaquia, Eslovenia y el cantón suizo germano parlante , cuando cesen las actuales hostilidades de esta guerrita ucraniana por imperio de la capitulación del impresentable de Zelensky, serán una sola.
Toda vez que, al fin de cuentas, salvo la exceptualidad croata, en todas esas actuales naciones sus lenguas no son más que dialectos germánicos.
Y eso sin requerimiento de adicionales, constituyen la argamasa unionista para que todos ellos se consideren alemanes, aunque no lo hayan aceptado en el pasado.
El resto de los integrantes de esta ruinosa UE, esto es, Polonia, España, Portugal Francia e Italia -y los retazos suizos-constituirán un híbrido que navegará a dos aguas entre ambos bloques, resultando difícil de pronosticar su suerte.
Y el saldo, ergo, Hungría, Turquía, los Balcanes y Grecia, serán absorbidos por Moscú.
Todo este neo esquema geográfico-político no será tan inmediato, pero desde luego, inexorable; lo cual, me conduce nuevamente al fenómeno séptico americano y, su indisolubilidad.
Si el nuevo tablero global, así será reordenado, no me resultaría de ningún extrañamiento que, los retazos del Tío Sam, vea reducidas o más bien extinguidas sus probabilidades de anhelar un hegemonismo -ahora- en pleno deceso.
Por lo que no se debería descartar que en un escenario no beligerante, sino meramente diplomático, Beijing y Moscú, le faciliten bastante las cosas a quien gobierne el venidero año este DC que, una suerte de Protectorado con bastante similaridad al commonwealth britanico unifique y con una sola bandera a toda Latinoamérica, exceptuando al Brasil que, ya tiene su propia mentalidad continental.
Tal vez algo muy similar a este desenlace pueda ser la respuesta al interrogante de…
¿QUIEN SE HARÁ CARGO DE AMERICA LATINA?.
Cordialmente Carlos Belgrano
Deja una respuesta