Trece municipios de esta zona se han unido para pedir medidas excepcionales como una fumigación aérea colectiva
En la zona sur de Alicante no hay quien pare a tomarse una caña o un refresco en algunas de las terrazas. Al llegar la tarde los clientes huyen despavoridos de las picaduras. La plaga de mosquitos incluso obliga a echar el cierre antes de tiempo y deja en bares y comercios efectos tan devastadores como la gota fría. En este saladar con agua estancada se esconden auténticas manadas
Sin embargo, las armas para combatirlos, los repelentes, se acaban en farmacias y supermercados. Se agotan como la paciencia de los masacrados vecinos. 13 municipios de esta zona se han unido para pedir medidas excepcionales como una fumigación aérea colectiva.
Representantes de los ayuntamientos de Elche, Alicante, Santa Pola, Daya Vieja, Crevillent, Rojales, Guardamar, Almoradí, Monforte del Cid, Catral, Dolores, San Fulgencio y Aspe se han reunido con técnicos y las empresas responsables de los tratamientos contra la plaga para establecer acciones más efectivas contra los mosquitos.