Durante los últimos 15 años he sido contratado en más de un centenar de escuelas contando cuentos con alma, y cuando digo cuentos con alma me refiero a cuentos que te van transformando, cuentos que cuando los cuentas producen en el auditorio un silencio sepulcral que conecta con una verdad interna que todos llevamos dentro:
-“querer ser más que parecer”.
Si pudiéramos conseguir que los alumnos y alumnas de las escuelas encontraran su esencia, es decir que descubrieran aquello que les mueve el deseo de aprender, el conocimiento se convertiría en un placer más que un deber.
Si como dicen los antropólogos la curiosidad de saber es innata en todos los seres humanoscómo es posible que tantos niños/as sientan la escuela como un castigo inevitable que han de sufrir en su vida.
No sé cuál es la fórmula exacta para que un niño/a desee ir al colegio y se sienta motivado por el conocimiento, pero lo que sí que se es que a nadie le gusta que le obliguen a hacer algo que no desea.
En el fuero interno de cada ser humano existe una vocación que nos hace acercarnos de manera intuitiva y curiosa al conocimiento de cualquier materia. Si consiguiéramos descubrir que es lo que motiva a cada alumno/a, la escuela sería un lugar de crecimiento más que de castración de aptitudes personales.
Imaginemos que en la escuela se lanzara cada día esta pregunta:
-¿qué es lo que más te gusta hacer?
Podríamos tal vez descubrir que es aquello que conmueve al pequeño/a y acto seguido darle materiales para que ellos/as mismos/as desarrollen su propia búsqueda autodidacta con apoyo de docentes que serían guías de camino más que esbirros que repiten un currículum que ha dictado un ministerio obsoleto cargado de burocracias.
Tengo 3 hijos.
Los dos primeros siguieron la escuela reglada y obligatoria. A medida que fueron pasando los años vi cómo fueron perdiendo su creatividad, sus ganas de inventar, su pasión por conocer. El colegio y el instituto los alieno siendo las pantallas, su anestesia ante el dolor que supone estar desconectado de su fuente interna de motivación, cortada por un sistema que uniformiza a los seres y castiga el talento en otro tipo de inteligencias que podrían desarrollarse con voluntad de escucha.
Sin embargo, a mi tercer hijo lo desescolarizamos un año para llevarlo a una escuela libre en la que:
-el trabajo en grupo
-la gestión de las emociones
-La resolución de conflictos
-El trabajo de la autoestima
-El crecimiento espiritual
-El descubrimiento de tu don natural
-El placer por el conocimiento
-El fomento de la investigación y búsqueda de respuestas ante cualquier pregunta
Todo esto sostenía los valores de la escuela dando alas al alumnado para que descubrieran sus talentos, sus deseos de conocimiento, su capacidad para SER más que para obedecer.
Estas escuelas son muy peligrosas para el sistema social en que vivimos pues plantean preguntas incómodas, desmantelan privilegios absurdos, provocan revoluciones silenciosas profundas, invitan a la desobediencia y sobre todo cuestionan a las instituciones que viven de una memoria caduca y obsoleta.
Desgraciadamente, los costes de esta escuela eran tan altos que tuvimos que abandonar el proyecto y volver a la escuela convencional. Cuando uno prueba la libertad no se adapta a ninguna prisión, pero al menos mi hijo ha tenido la oportunidad de conocer otra manera de hacer y esto es una semilla que lleva dentro.
Pues como decía al principio, los cuentos que cuento en las escuelas están cargados de propósitos de cambio interno e invitan al alumno/a a:
- escaparse de la tiranía
-fugarse de aquello que le hace daño
- buscar en su interior su vocación genuina
escuchar la voz de su conciencia.
-respetar al otro
-sostener el medio natural en el que habita
Y todo esto pasa por no hacer caso a un sistema que quiere tener sometidos a la mayor parte de la población para que ni piense ni sienta simplemente “acate las órdenes que marcan los intereses económicos del momento”.
Contémonos otros cuentos para que la ficción de un mundo donde cada cual exprese su “DON” sea posible.
Muy interesante la valoración y apertura hacia oros sistemas educativos, basados en encontrar el don y la motivación de cada uno y proporcionarle medios eficientes para llevar a cabo. Además, conociendo al autor, siempre será de gran utilidad y generosidad cualquier consejo a modo de cuento, narración que nos regale altruistamente. Gracias Miguel Ángel
todos nacimos con don… tu lo sabes porque lo has sentido en tu piel
todos tenemos un Don y tu lo has sentido en la piel…Gracias
Fantástico, no tengo palabras, ya que cuánta verdad hay en ello y cuánta mentira en nuestro sistema educativo. Enhorabuena 👏👏👏
gracias Álvaro
Por desgracia la educación es un aparato de domesticación que aplica un rodillo demasiado castrante, pero no se pueden cortar las alas a la imaginación y Miguel Ángel, tu por suerte tienes muchas y muchas ganas de compartirlas. Un saludo y para delante.
Alfonso tu también eres de la tribu insumisa que trata de no someterse…gracias
Miguel Ángel, te leo y estoy tan de acuerdo en todo lo que dices…
No hay máscara en ti, es que lo vives así y es así, lo comparto también desde mi experiencia de “enseñar a leer de manera interpretada”, en mi caso es con personas adultas… q se dan la oportunidad de acercarse a textos que conmueven. Tan sencillo y tan profundo como el poder de la palabra, la escucha… Un abrazo!💜
Gracias Carmen.
me gustaría algún día acudir a la lectura de esos textos…con poder de palabra…
tf. 659901176