Desde el PSOE de Aspe venimos denunciando, desde hace ya demasiado tiempo, las formas de actuar de Antonio Puerto y su equipo. Un gobierno instalado en la falta de transparencia, en la indolencia y nada de previsión. Sirva como ejemplo la inclusión de puntos en el orden del día del plenario sin haber pasado previamente para su estudio y debate por las comisiones reglamentarias y donde están representados todos los grupos políticos de la oposición.De forma sistemática se van saltando los procedimientos legales que aseguran la transparencia en la gestión municipal y van buscando vericuetos en las leyes.
Sin embargo, los informes de los técnicos municipales van siendo desfavorables y alertan del posible colapso de las cuentas municipales, porque Izquierda Unida ha tomado como costumbre presentar unos presupuestos ficticios que luego van modificando en función del dinero sobrante de los proyectos que no es capaz de gestionar. La incapacidad de ejecutar el presupuesto y la constante improvisación puede acabar llevando al caos absoluto al Ayuntamiento de Aspe.
En palabras del Concejal de Recursos Económicos, José Vicente Pérez: "Ya nos gustaría hacer las cosas bien pero tenemos que hacer las cosas de manera rápida". Toda una declaración de principios pronunciada públicamente en el pleno de febrero sobre la falta de planificación tan acusada en este gobierno, que va improvisando según las ocurrencias que dicen en las ruedas de prensa.
Por otro lado, Izquierda Unida está demostrando por activa y por pasiva que no cree en la participación ciudadana y se limita a las actividades meramente formales. Su desconexión con el sentir del pueblo es ciertamente muy preocupante, como ha manifestado el concejal socialista, Antonio Prieto.
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