En un juicio celebrado en Novelda, el alcalde de Aspe, Antonio Puerto, ha ratificado que el presunto narcotraficante conocido como El Chato le amenazó de muerte. El motivo de esta escalofriante amenaza fue la decisión del alcalde de clausurar la gallera de El Chato debido a maltrato animal en peleas ilegales de gallos. A pesar de que no se han encontrado en persona -El Chato está en prisión-, ambos han tenido la oportunidad de expresar sus versiones por videoconferencia.
En medio de un ambiente tenso, El Chato ha admitido que se alteró durante la reunión en la Alcaldía, pidiendo disculpas al alcalde y al Ayuntamiento de Aspe. Sin embargo, ha declarado no recordar si realmente amenazó de muerte al alcalde con frases como «te voy a arrancar la cabeza». Por otro lado, el alcalde Puerto ha mantenido su postura y ha dejado claro que las amenazas fueron reales y preocupantes.
El juicio por un delito leve se ha llevado a cabo en el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Novelda y está a la espera de sentencia. El abogado del alcalde ha solicitado que se imponga una multa de 1€ como medida punitiva contra El Chato. Esta situación ha generado un gran revuelo en Aspe y ha dejado al descubierto un conflicto que va más allá de una simple clausura de un establecimiento.
En el caso reciente que involucra a El Chato, autor de un delito leve de amenazas, se ha desatado una controversia legal que ha captado la atención de muchos. El abogado del denunciado, José Soler Martín, ha solicitado la absolución de su cliente. En caso de una sentencia condenatoria, ha propuesto que la multa sea reducida a 180 euros, argumentando que el incidente fue un arrebato puntual y que El Chato ha mostrado arrepentimiento al ofrecer disculpas públicas.
El desenlace del juicio y las repercusiones
Tras el desarrollo del juicio, Antonio Puerto, el denunciante, ha expresado a los medios que cualquier cantidad que reciba de la multa será donada a una asociación dedicada a ayudar a personas en procesos de desintoxicación de drogas. Este gesto altruista ha destacado la intención de Puerto de canalizar esta situación hacia una causa benéfica.
La denuncia inicial del alcalde estaba dirigida hacia otro individuo que acompañaba a El Chato, acusado de realizar un gesto amenazante al simular cortarle el cuello. Sin embargo, al no comparecer en el juicio, se ha retirado la acusación por parte de Antonio Puerto para evitar posibles dilaciones en el proceso legal.
La presencia legal en el juicio
En cuanto a la representación legal, Antonio Puerto ha sido respaldado por sus abogados, Mateo Bas y Alejandro Bas, quienes lo han acompañado en cada paso del proceso judicial. Su presencia en los juzgados refleja la importancia que el alcalde ha otorgado a este caso y su compromiso con la resolución de este conflicto de manera justa y equitativa.
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El Conflicto con El Chato
El alcalde de Aspe, Antonio Puerto, ha comparecido ante una jueza de Novelda para ratificar los hechos denunciados el 2 de julio del pasado año, relacionados con un incidente ocurrido con El Chato. Durante su declaración, Puerto explicó que se encontraba en una reunión en la Alcaldía junto a su abogado y un técnico para discutir la reapertura de la gallera en la localidad.
Según el testimonio del alcalde, tras comunicar que la reapertura no era factible, El Chato comenzó a mostrar un comportamiento agresivo, lo que llevó a Puerto a decidir dar por concluida la reunión. En ese momento, El Chato habría golpeado la mesa y proferido amenazas, indicando: «¡Sentaros aquí, a este le pago yo!», en referencia a uno de los presentes en la reunión.
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Ante el empeoramiento de la situación, Puerto relató que se alejó de El Chato junto a su abogado y el técnico con el objetivo de abandonar el lugar. Sin embargo, El Chato continuó dentro de la Alcaldía y fue entonces cuando las amenazas se intensificaron. Según Puerto, El Chato habría proferido amenazas directas, llegando a decir: «Te voy a matar, sé donde vas con tu familia».
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Un encuentro tenso
Puerto, en su declaración ante la jueza, describió la situación como un momento en el que se sintió indefenso y en peligro. Todo comenzó en el hall de la Alcaldía, donde más personas se congregaron al escuchar los gritos. Fue entonces cuando El Chato salió de su despacho y, según Puerto, casi rozando su rostro, le profirió amenazas de arrancarle la cabeza. Ante esta situación, el alcalde instó a todos a abandonar el Ayuntamiento, pero los gestos agresivos y las amenazas verbales continuaron mientras se retiraban.
Versiones encontradas
Por su parte, El Chato declaró por videoconferencia desde la cárcel de Villena, donde cumple condena por tráfico de drogas. Reconoció que, tras recibir la noticia de que la gallera no sería reabierta, se alteró y admitió que pudo perder un poco el control en sus acciones. Aunque aseguró no recordar haber amenazado de muerte a Puerto, admitió que ambos se insultaron mutuamente en un intercambio verbal acalorado. Según El Chato, en ningún momento hubo intenciones de agresión física.
Resumen de los hechos:
- Puerto se sintió indefenso y en peligro durante el incidente en el Ayuntamiento.
- El Chato reconoció haber perdido el control, pero negó haber amenazado de muerte a Puerto.
- Ambas partes se insultaron mutuamente, pero aseguraron que no hubo intenciones de agresión física.
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