En un vuelo que originalmente cubría la ruta entre Alicante y Escocia, la tripulación se vio en la necesidad de tomar una decisión urgente. La situación se tornó complicada debido al comportamiento violento de un pasajero a bordo. Ante esta situación, los Controladores de Santander fueron contactados para solicitar autorización de desvío al aeropuerto Seve Ballesteros.
Según informaron los Controladores Aéreos a través de la red social X y confirmaron fuentes de las Fuerzas de Seguridad a EFE, la tripulación del vuelo de Ryanair, en su trayecto de Alicante a Prestwick (Escocia), se vio en la necesidad de actuar con rapidez. El motivo de esta decisión fue la presencia de un pasajero que mostraba una actitud violenta, lo que generó preocupación entre los presentes en la aeronave.
Las fuentes de las Fuerzas de Seguridad señalaron que el pasajero en cuestión aparentaba estar en un "estado de embriaguez", lo que pudo haber sido un factor desencadenante de su comportamiento disruptivo. Ante esta situación, la tripulación actuó de acuerdo con los protocolos de seguridad establecidos y solicitó la autorización pertinente para desviar el vuelo hacia el aeropuerto de Santander.
La rápida respuesta de los Controladores de Santander permitió una gestión efectiva de la emergencia.
El desvío del avión al aeropuerto Seve Ballesteros garantizó la seguridad de todos los pasajeros y tripulantes a bordo.
Este incidente resalta la importancia de la capacitación y preparación de las tripulaciones para hacer frente a situaciones de emergencia.
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