La Guardia Civil de Alicante ha iniciado una investigación contra dos personas físicas y dos empresas por presuntamente haber distribuido alimentos en mal estado o con irregularidades en su trazabilidad en San Vicente del Raspeig y San Isidro. En total, se han retirado del mercado 40 toneladas de alimentos, principalmente carnes, que posiblemente habrían sido destinados a puestos de venta ambulante.
La pesquisa se puso en marcha en el mes de abril cuando una unidad del SEPRONA llevó a cabo diversas inspecciones para combatir el fraude alimentario, centrándose en prácticas ilegales como la falsificación, adulteración, etiquetado fraudulento, comercio y distribución irregular.
Durante una inspección realizada en una empresa de San Vicente del Raspeig, especializada en la elaboración de hamburguesas y kebabs, se detectaron múltiples irregularidades. Entre ellas, se encontraron materias primas sin trazabilidad que permitiera identificar su origen, así como productos cárnicos y especias caducadas.
En el mundo de la alimentación, la calidad y la seguridad son aspectos fundamentales que no deben pasarse por alto. Recientemente, se ha desvelado un escandaloso caso que pone en riesgo la salud de los consumidores. Una empresa fue descubierta operando de manera clandestina, utilizando prácticas fraudulentas que comprometen la integridad de los productos que llegan a nuestra mesa.
Productos Caducados: Un Peligro Oculto
En una nave vinculada a esta empresa, se encontraron cámaras frigoríficas repletas de artículos vencidos, los cuales habían sido manipulados con fechas falsas para prolongar su vida útil y comercializarlos posteriormente. Algunos de estos alimentos llevaban más de dos años congelados, lo que representa un grave riesgo para la salud de quienes los consumen.
Los productos intervenidos fueron destruidos siguiendo los protocolos establecidos por un gestor autorizado, evitando que llegaran al mercado y causaran daños irreparables.
Irregularidades Reveladas en una Inspección Posterior
En una inspección realizada en un centro de almacenamiento en San Isidro, se descubrieron nuevas irregularidades en alimentos almacenados por otra empresa de Alicante. Estas prácticas poco éticas estaban relacionadas con la trazabilidad, el etiquetado y la fecha de caducidad de los productos, poniendo en riesgo la salud de los consumidores.
Propietarios Investigados por Delitos Graves
Como consecuencia de estos hallazgos, se ha iniciado una investigación contra los propietarios de las dos empresas involucradas, dos hombres de 44 y 54 años. Se les acusa de presuntos delitos contra la salud pública, relativos al mercado, consumidores y falsedad documental. Estas acciones irresponsables no solo ponen en peligro la salud de las personas, sino que también socavan la confianza en la industria alimentaria.
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