En un caso que ha conmocionado a la opinión pública y ha puesto de manifiesto la importancia de la protección de menores, la Audiencia de Alicante ha dictado una sentencia condenatoria contra un hombre de 35 años. El tribunal ha considerado probado que el acusado ejerció maltrato físico de forma habitual sobre su pareja sentimental, una menor de edad tutelada por la Generalitat y fugada de un centro de acogida. Estos abusos tuvieron lugar en distintos domicilios en los municipios de Torrevieja y Callosa de Segura. La sentencia ha impuesto una pena de tres años, nueve meses y un día de cárcel al agresor.
Los Hechos: Un Relato de Abusos Continuos
El caso se remonta al periodo de poco más de tres meses en el que la pareja mantuvo una relación sentimental, entre julio y noviembre de 2019. Según la sentencia emitida por la Audiencia de Alicante, desde prácticamente el inicio de la relación, el acusado ejerció sobre la víctima maltratos físicos de manera constante y habitual.
La sentencia detalla tres fechas concretas en las que se produjeron distintos episodios de violencia física. El primero de estos sucesos tuvo lugar el 26 de julio, cuando el agresor despertó a la menor y la sometió a maltrato físico. La zarandeó, la agarró del pelo y la encerró en una habitación. Cuando la joven intentó escapar, el agresor la volvió a tomar del pelo y le propinó una bofetada.
El segundo episodio de agresión ocurrió el 16 de septiembre, cuando el encausado golpeó y pateó a la víctima en el domicilio que compartían en Torrevieja.
La última de las agresiones tuvo lugar el 5 de noviembre en una vivienda en Callosa de Segura, donde el acusado también agredió físicamente a su pareja, propinándole varios puñetazos.
La Voz de la Víctima y su Credibilidad
El procesado optó por ejercer su derecho a no declarar durante el juicio que tuvo lugar el 26 de diciembre. Por su parte, la víctima se encontraba en paradero desconocido, pero su declaración previa ante el Juzgado de Violencia contra la Mujer de Orihuela (Alicante) fue reproducida durante el juicio, permitiendo que su versión de los hechos fuera conocida por el tribunal.
La Audiencia de Alicante ha otorgado credibilidad al relato de la víctima, respaldando su testimonio con el testimonio del propietario de un salón de juegos al que ella acudió en busca de refugio después de sufrir una de las agresiones. Además, los agentes de la Guardia Civil que la atendieron también declararon en el juicio, respaldando el relato de la joven.
La Gravedad de los Abusos y la Sentencia Impuesta
Los hechos de este caso son especialmente alarmantes debido a la naturaleza reiterada y habitual de las agresiones. El tribunal consideró que el acusado ejerció un control y violencia física constante sobre la víctima, que en ese momento era una menor de edad bajo la tutela de la Generalitat.
La sentencia impuesta, que condena al agresor a tres años, nueve meses y un día de cárcel, envía un claro mensaje de que la violencia de género y el maltrato a menores no serán tolerados por la justicia. Además, esta sentencia subraya la importancia de la protección de menores y la necesidad de brindarles un entorno seguro y libre de violencia.
Reflexiones Finales: Un Llamado a la Prevención y la Protección
Este caso nos recuerda la urgencia de prevenir y abordar la violencia de género, así como la importancia de brindar apoyo y protección a las víctimas, especialmente cuando se trata de menores de edad. Es esencial que la sociedad, las instituciones y la comunidad en general trabajen juntos para erradicar este tipo de comportamientos abusivos y garantizar la seguridad y el bienestar de todos.
La sentencia emitida por la Audiencia de Alicante es un paso en la dirección correcta, pero también es un recordatorio de que aún queda mucho por hacer para proteger a las personas vulnerables y poner fin a la violencia de género en todas sus formas.
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