El efecto "oligárquico" de la radiación Medios internacionales

El efecto "oligárquico" de la radiación Medios internacionales

Para 2014, cuando Putin decidió recuperar la estratégica Crimea y, con ella, reasignarse la llave del Mar Negro, ninguno de los miembros de la NATO, hizo nada al respecto.
Y, el año pasado, cuando el primer blindado ruso, cruzó la frontera ucrania, todos y cada uno de ellos pusieron el grito en el cielo, por ese -según la UE-, avasallamiento de la soberanía de Kiev, sobre todo su territorio.
Cuanto acredita, una actitud infantil, de las que, se supone, son las naciones más desarrolladas y cultas de todo el Occidente.
En realidad, ello obedeció a que, lo del SARS, fue un mero globo de ensayo que, en gruesos trazos, no cegó la vida de nadie en particular. 
Toda vez que el noventa por ciento de esos, poco más de siete millones de decesos a nivel global así fueron apócrifamente etiquetados. 
Porque en ningún país de este Planeta, se practicó ni una puñetera autopsia, a ningún fallecido.
Motivado ello en dos razones en particular, deviniendo la primera de ellas en que, a toda clínica, tanto pública o privada, por cada fallecido dentro de sus instalaciones, recibieron un subsidio. 
Directa o indirectamente financiado por la OMS, a condición que, en cada partida de defunción fuese consignada como causa de muerte: COVID.
Sin perjuicio que, la realidad fuese por cáncer, trombosis, infartos masivos, síncopes, y demás diagnosis previas y chequeadas de enfermedades terminales y/o fortuitas.
En otras palabras, La Plandemia fue ni más ni menos que, un monumental fraude a la Salud Pública.

Y, del que solo resultaron beneficiarios y, con una formidable toma de malhabidas utilidades, los diez Carteles Farmacéuticos más importantes del orbe, principalmente de capitales estadounidenses y, por un monto de aproximados ochenta billones de dólares. 

Suficientes, para adquirir los paquetes accionarios mayoritarios de toda la Banca Corporativa y, los complejos fabriles occidentales, en los que aún mantienen sus turbios y mafiosos intereses.
En otras palabras, enderezados en provocar un genocidio/holocausto global, el caso fue que, salvo la venta de dosis estériles de suero fisiológico coloreado, esta macabra trama, tuvo en miras -solo y apenas- dinamitar la economía mundial por dos años completos.
 
Y, eso nada más es todo lo que obtuvieron, ergo, asirse de un criminal oligopolio.
 
Pero, de alguna manera, las cosas debían de recomponerse y, para ello, nada mejor que iniciar una guerrita, como la que hoy nos ocupa en Ucrania.
Activando, con el crecimiento exponencial del complejo militar-industrial, un emético a una economía mundial ruinosa, devastada.
Que, además puso y constantemente pone al desnudo, la endeblez de la industria privada y, un alza meteórica de la valuación de sus activos, seguidos de un pronunciado derrumbe.
Sin perjuicio que, este cambio de paradigmas, nos exhibe que, se potenció y, hasta casi el infinito, el crecimiento de una indigerible plutocracia. 
Emergida súbitamente -como ya lo he apuntado decenas de veces antes de ahora-, al calor de las desgracias de miles de millones de humildes trabajadores.
Que, han perdido sus empleos, casas, ahorros y automóviles, habiéndose sumergido -producto de un descontrolado consumo de enervantes-, en pronunciadas y ascendentes depresiones psíquicas.
Que, los confinamientos masivos produjeron en los más débiles.
Hoy, para las autoridades norteamericanas, no poder atenuar el consumo de una droga sintética de las particularidades compatibles al mortal  fentanilo, hace estragos en una franja etaria entre los 20 y 45 años.
 
Y, a un universo de adictos consuetudinarios superior al de veinte millones de consumidores, o sea que, ni más ni menos que cerca de un doce por ciento -12 %-, de la población económicamente activa.
Que, a grandes rasgos, es equivalente al mismo guarismo de la actual tasa de desempleo, cierta, real.
 
Por más que, con inusitado y malicioso entusiasmo Janet Yellen, exprese que la desocupación en esta  USA, es prácticamente inexistente -tasa 0-.
 
Y, si en una dirección paralela, nos apartamos unos instantes de parafrasear las inauditas pamplinas  que, irradian diariamente tanto Washington como Bruselas, respecto a un irrestricto apoyo a un irresponsable -mediocre cómico de profesión-: Zelensky, lo que ninguno de estos tunantes expresan, es otra cosa bien diferenciada.
Transitando lo específico, no precisamente sobre cuando remitirán doscientos desvencijados F 16 para que sean derribados por sus oponentes rusos a razón cómo calculan en Moscú de unos cien semanales
Como tampoco, ese dúo, se arriesgará a remitirle los Leopard 1, para que corran idéntico destino, porque los tres centenares que, podrían despacharse a Ucrania, cuentan con indisolubles faltas de repuestos para sus sistemas telemétricos de su artillería y demás defectos originarios de fábrica.      
Transitando toda esta chapucería en una realidad tan triste cual irresponsable y que, en un mero reduccionismo, podemos sintetizar en pocos vocablos.
Y, léanlo con cierto detenimiento, ergo, si La Unión Europea, dispusiera otorgar a los defensores ucranianos, cuanto dicen mentirosamente que, les darán  finalmente, bueno, quedaría en un estado de total indefensión.  
 
Porque eso que prometió en otorgar a los Ucranios, es todo el material bélico del que disponen.
Y, hurgando en lo más profundo de sus hangares, solo podrán detectar, unos cincuenta Eurofighter, para defenderse de una eventual  violación del espacio aéreo de la ex Europa Aliada.
Todo lo que entre sumas y restas, arroja, en lo que al Occidente europeo respecta es que, bélicamente se encuentran a merced del ingente e incalculable poderío de sus adversarios  
Y, por último, echaré un breve párrafo sobre el litio y, la silenciada fugacidad de su futuro, para la reconversión de toda la industria automotriz.
Estiman los expertos que, el reservorio de este mineral no renovable, es de unas cien millones de toneladas, de las que el triángulo de Chile, Argentina y Bolivia, acumulan el 60 % de las mismas.
Y China con Australia, más o menos, el  40 %, restante.
Ahora bien, supongamos por unos instantes que, extinguida la tracción de motores, con combustibles fósiles, petroleros y gasíferos y que, todo el parque automotor a nivel global en la década del 2030/40 no tuviese otro recurso que la disponibilidad obligatoria los motores alimentados con baterías de litio.
Y que, el abastecimiento de las mismas, insumieran -como se calcula-, en unas diez millones de toneladas métricas ¿hacia dónde nos conduce esa simple ecuación consumista?. 
 
Evidente resulta de una simple ecuación aritmética que, tendríamos abastecimiento disponible que, con mucho esfuerzo seria por apenas diez/quince años, ¿después que?.
¿Descartar acaso tanto dispendio financiero, para recién entonces, evaluar otra conversión al renovable hidrógeno verde?.
 
¿Advierte el Lector, el demencial efecto improvisatorio con el que, los capitanes de la industria de ese rubro, como Musk  y otros de su misma estofa planifican nuestro futuro?.
Y, una última reflexión, sobre los costos de reparación de esta escalada ucraniana.
 
Los que saben, aquí en el DC son de la opinión que existe una ecuación en la que nadie ha reparado todavía. 
 
Esto es, si la guerra culminase mañana o incluso semana entrante ¿quién sufragará su coste?
 
O sea, reconstruir todas las ciudades de Ucrania, su complejo industrial, las viviendas destruidas, sus redes viales, acuíferas, cloacales, eléctricas y las deudas contraídas en armamentos, con más, la repatriación de los casi quince millones de refugiados fuera de sus fronteras interiores.
 
Muy a sabiendas que,  los costos de un nuevo Plan Marshall, alcanzarían una equivalencia al % del PIB anual norteamericano y,  a un 19 % del correspondiente a la Unión Europea.
Y, ni siquiera imaginan a cuanto ascendería el dinero a destinarse, si el conflicto se extendiese otro año, o mejor dicho, suponen con cierta esperanza que, el doble o el triple.
 
Todo lo que, me compele a deducir que, cuando todos esos bergantes de Bruselas finalmente renuncien en masa, será recién, cuando sus reemplazantes mas sensatos y cuerdos, abandonarán la alocada e irresponsable oposición a una reunidad territorial.
 
Y, a la que Moscú, tiene el mismo derecho que los irlandeses a dar de puntapiés a los británicos que ocupan el Ulster.
 
Existen otros tópicos, tan trascendentes o inclusive más, para graficar el diluvio de sandeces que la Prensa cartelizada, desiste de analizar y conjeturar.
 
Y, que devendría como material para demasiados artículos.  
 
Al solo efecto de describir la creciente idiotez de la dirigencia del primer Mundo y la responsabilidad voluntariamente renunciada que, los zares de las comunicaciones, en el mejor caso ocultan.
 
Aunque, infortunadamente, tengo para mí que, carecen de formación intelectual suficiente para dar con la altísima peligrosidad  de no arengar a la Opinión Pública  Internacional, para echar a patadas en el trasero a tantos irresponsables -Lagarde en lo particular-.
 
Bueno, en resumidas cuentas el descriptivo más arriba reseñado, no es otra cosa que...
 
EL EFECTO "OLIGOFRENICO" QUE IRRADIA LA PRENSA INTERNACIONAL.
 
Cordialmente Carlos Belgrano

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Carlos Belgrano

Colaborador de Diario Alicante en Artículos de información e Opinion.

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