Viviendas, alquileres, una burbuja incomoda

Cuando no hay metas, visión, previsión, inversión, todas las direcciones pueden valer.

Hay muchas derivas sin atender o simplemente provocadas para entretener las maquinarias estatales. La administración pública, los gobiernos, son tantos como una cebolla con sus varias capas, parece una imprenta gigantesca, toneladas de prescripciones, obligaciones, facturas, multas y trabas, obstáculos. Miles de personas moviendo papeles, otras disfrazando los datos del paro. Parece que necesitan fabricar malas personas para poder funcionar. Cada vez más líos, más broncas, más desacuerdos. La sociedad de bienestar quizás solo es una propaganda. Ahora tienen que mostrarte películas de África para convencerte.

Su misión original es mucho más simple, no necesita tanta gente. Primero custodiar la libertad, segundo vigilar sus derivas. Asegurar la salud, la educación, la seguridad. Aspirar a la felicidad del conjunto. Todo funcionaría mejor con una mochila en lugar de un tráiler de papeles.

El bonito modelo español de cada uno con su casa ha caducado desde hace años por dejadez. Se entretiene un derecho constitucional con mucho polvo. Los sucesivos gobiernos dejaron la carpeta de las viviendas abandonadas. Pensaban más en el milagro económico financiado por la EU, una veta eterna. Soñaban con un PIB de crecimiento sostenido. Arreglando todo con los brazos cruzados. Pues nada de eso.

Ahora todo se acelera con problemas muy gordos. Más torpes no pueden ser...No necesitamos más pruebas de tantas incompetencias. En una empresa estarían todos echados a patadas.

En el telediario nos enseñan gráficos, curvas, pruebas, tertulias con especialistas, lo que va a pasar. Luego te cuentan que no lo vieron venir. Si la tasa de nacimiento es baja, saben que se compensa con la inmigración. Sorpresas ningunas. Las curvas demográficas son precisas. La política de las viviendas con sus necesidades es clara como el cristal. Es el techo de todo un país. Se revisa dos veces si hace falta. Hay que alojarse sí o sí. Prioridad número uno. Las previsiones son más que evidentes.

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¿Entonces que paso? Los políticos prefieren a los banqueros, los profesionales con buenos trajes y billeteras llenas. Los beneficios son abundantes... Terrenos y proyectos inmobiliarios a profusión. No hay penurias, créditos con una sonrisa. Política fiscal muy agradable como es el clima. Hasta aquí todo fenomenal. Chupitos para todos.

A quien no le va a gustar España con toda esa miel en los labios.

En la práctica, una discriminación exagerada entre el pueblo y los políticos juntos con la elite. La inmensa mayoría, la verdadera realidad de este país, son los ciudadanos que les votan. Se olvidan de ellos rápidamente una vez electos. Disfrutando los olores de la nueva gastronomía. Los sillones de cueros en el bar del hotel. En otros países se llama la casta política. Una burbuja independiente ya sin escrúpulos. Parece ahora más un globo inflado listo para explotar. Una chispa y todos van al "carajo" como dice el excéntrico Milei.

La precariedad se instala de nuevo con velocidad.

Los "working poor". Los trabajadores pobres se multiplican de forma alarmante. El PIB sube con centímetros, pero su población en general no levanta cabeza. 15 años sin mejoras son mucho, demasiado. Está completamente estancada la renta per Cápita. Apología de la mediocridad económica. Nada en retorno para ellos. Se evaporan las ganancias por otros sitios. Más, aumentan los impuestos para sostener la pobreza. Hasta debemos pagar deudas del estado que no contratamos. El ciudadano trabajador es como un corredor de relevo, está muy agotado en el estadio de atletismo. Él quiere pasar el testigo, pero no tiene más fuerzas. La política perversa y sectaria eligió el lado jugoso para su propio sustento.

Los estudiantes no encuentran nada para alquilar a precios razonables, sus padres se vuelven locos. Es una cadena de desgracias. Los camareros son seis en un cuchitril. Jubilados expulsados por fondos de inversiones, un hijo con canas se queda en la casa de los padres. Jóvenes que no se casan porque no saben dónde vivir. 65,9% de los jóvenes españoles con edades entre 18 y 34 años residen en el hogar familiar. Encima los abuelos deben cuidar a los nietos. No faltan las evidencias del malestar a gran escala. Aquí no hay vagos o flojos. Todos trabajan o están jubilados con el patrimonio de sus esfuerzos.

Se ha descuidado lo más importante, lo vital, lo estratégico. No hay inversiones, terrenos para construir inmuebles de acceso a la propiedad, todavía mucho menos para alquilar pisos. Ausencia total de políticas de planificación serias. Ahora tenemos nuevas generaciones sin alojamiento. Una situación surrealista. Es desesperante para muchos jóvenes que trabajan con sueldos muy bajos con excelentes estudios. Tienen sus móviles, los coches híbridos, eléctricos que les obligan a comprar a precios del oro. Los vuelos a tres duros con suplemento para sentarte con tu pareja. Las zapatillas de marcas cuestan más de cien euros. Con la inflación, otro impuesto disfrazado, los supermercados practican la "reduflación" para engañarles. No les queda mucho del sueldo a los jóvenes. Encima deben tirar el carro ahora. Ponerlos una cadena con una bola de plomo en las piernas no es la mejor manera de ver el futuro. Una manera muy antipática de exigirlos luego de nuestro mantenimiento. ¿Qué crees que va a pasar?

Los sueldos bajos de este país los dictan las empresas con la aprobación estatal.

Una asociación interesada y muy peligrosa. A los sindicados ausentes, les gustan más los salones de los buenos hoteles para sus conversaciones. La calle no tiene el aire acondicionado. Perdieron sus venenos desde hace mucho tiempo. Unos blandos que prefieren el cava que el chubasquero. Muy extraña la situación. Todo no se cuenta...

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La realidad es que no puedes ganar un sueldo de miserable y debes pagar un alquiler de sultán. Tampoco ir al banco para pedir una hipoteca que van sistemáticamente rechazar.

El banco te pide 20% de fondos propios para un crédito hipotecario. La cuota mensual no debe superar el 30% de tu sueldo. Si tu sueldo queda anclado a los años 2010, es como subir una montaña de 8000m para obtener un visto bueno de cualquier banco. Donde cabe esto. Ni siquiera tienen el dinero para el permiso de ascensión. Aquí está ahora la situación de base en toda España.

Está muy tensa la ciudadanía. También los padres de las criaturas están hartos de cargar con el muerto. Más policía no va a arreglar el tema.

Los de derechas, de izquierdas calladitos todos. Están en acuerdos sobre el tema. Aquí hay una patata caliente. Piensan que, como un temporal, se va a ir y volverá el sol. El telediario no aporta ninguna solución. El político de turno no tiene nada que declarar. Ausencia total de responsabilidades. Mientras hay muchas colas para alojarse. Sin pisos, sin alquileres y sin dinero para pagarlos.

¿Ahora qué? Está pregunta vale para demasiados temas sin resolver. Se acumulan camiones de basuras en los despachos. Los políticos pasan su tiempo insultando al otro. Entretienen voluntariamente una trama de inmovilidad institucional. Le interesa más mantenerse en las burbujas del poder que dedicarse a su gente. Es vergonzoso. Luego se asustan de la llegada de nuevos movimientos políticos que quieren mover piezas. Se autodestruyen con la fragmentación parlamentaria y pérdidas de mayorías. Los nuevos entrantes disfrutan también de las trufas, están cómodos, pierden mucha de su agresividad. Más gallos en el mismo corral. Deben reformarse primero. Los currantes ya saben de la exageración, ahora les toca pelear por un techo. Es otra liga. Están preparados para ganarla.

Los alquileres exorbitantes, son zonas tensas que te dicen, es un fenómeno ajeno a las previsiones. Los nómadas, la pandemia, el turismo masivo, la especulación. Solo excusas.

Las regulaciones actuales ponen muchos pisos de alquiler fuera del mercado por incertidumbres. Regulaciones poco efectivas, disuasorias para los propietarios.

¿Que se espera?

Calmar a los propietarios primero, darles seguridad jurídica, libertad, tranquilidad. Rectificar las leyes. Liberar trabas fiscales. Incentivar para poner los pisos vacíos en el mercado. No castigar a los que tienen uno. Volver a la sensatez. Hacer un cursillo de manejo de conflicto de intereses.

El gobierno debe liberar terrenos construibles urgentemente, no es en absoluto un problema en España con su geografía muy generosa. ¿Qué está pasando aquí? Mantener artificialmente los precios de los suelos altos creando escasez de terrenos. El intervencionismo estatal debe ser orientado a corregir la dirección especulativa de las viviendas. No promoverla. Basta ya.

¿Dónde están las inversiones para construir inmuebles a precios razonables de accesos? ¿Regular con más contundencia los pisos turísticos? ¿Las universidades con mejores estructuras para alojar a sus estudiantes? Muchos fallos. No necesitamos gafas para verlos. No es de recibo. Basta ya.

Deben entender los especuladores que no es un espacio para forrarse al detrimento de la mayoría. El techo de la gente no se toca, no se negocia. Basta ya.

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El gobierno debe existir para garantizar la libertad de sus pueblos. Dejar que el pueblo pueda ejercer la libertad, no estar presionado con la convicción obligatoria. Basta ya.

La burbuja del alquiler, ¿la crisis de la vivienda, que esperan, una revuelta digital?

España debe reformarse, actuar, entender que alquilar un piso, comprar una primera casa no es una opción para pobres. Esta para quedarse, desarrollarse, son opciones muy valiosas con la movilidad laboral de hoy en día. Tampoco debe ser una guillotina para el inquilino. Ahogar toda su vida por una cama. Comprar una casa accesible para las familias trabajadoras no debe ser una meta imposible. No debería ser un terreno de desconfianza, tampoco es el momento para aprovechar de avales, mensualidades extra y todo para disuadir las operaciones.

Si el gobierno puede favorecer la industria privada con nuestros impuestos, invertir a la fecha 350 millones de euros para la planta de Volkswagen de Sagunto, unos 3450 millones en total previstos, para luego vendernos coches eléctricos sobre evaluados para llenar los bolsillos de unos pocos, entonces se puede también decir que se equivocan de socio. Es una movida contra su propio pueblo. Su gente, su razón de ser. Las manos siguen haciendo grande este país. Provoca una rabia legítima.

El dinero de un alquiler va en los bolsos de los propietarios. Se entiende así. Perfecto.

Un alquiler razonable ofrece mucho más para el país. El dinero sobrante de la exageración volvería a la economía local. La felicidad está más cerca de lo que uno cree para la inmensa mayoría.

¿Populismo, demagogia, liberalismo, utopista, realismo o muchas patadas en el culo?

Viva la vida.

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